Desayunar después de las 9 a. m. y cenar después de las 9 p. m. se asocia con aumento en el riesgo cardiovascular, según los resultados de un estudio sobre 100.000 adultos de la cohorte francesa del estudio NutriNet-Santé que publicó Nature Communications.
Por ejemplo, cada hora adicional a la de la última comida se asoció con un aumento de 8% en el riesgo de ictus.
Sin embargo, no está claro el mecanismo y tampoco cómo influye el hecho de que en España y varios países de Latinoamérica se tiende a cenar más tarde que en Estados Unidos o en el resto de Europa.
Anna Palomar Cross, Ph. D., máster en salud pública, afirmó que “si cenamos demasiado tarde nuestro reloj biológico se verá alterado, ya que estará recibiendo señales para mantenerse activo cuando debería estar descansando”.
Para Palomar, quien también es investigadora posdoctoral del Instituto de Salud Global (ISGlobal) de Barcelona, España, “lo ideal es desayunar a las ocho de la mañana y cenar antes de las ocho de la noche para que haya un ayuno nocturno de unas 13 horas”.
La investigadora también se refirió a un estudio previo, que halló una relación entre desayunar tarde y el riesgo de diabetes de tipo 2.
Crono nutrición
“La crono nutrición dice que debemos comer cuando nuestros órganos están listos para recibir alimentos, es decir, comer durante el día y dormir por la noche, de acuerdo con nuestro reloj biológico”, apuntó Marta Garaulet Aza, Ph. D., máster en Salud Pública, catedrática de Fisiología y Bases Fisiológicas de la Nutrición de la Universidad de Murcia, en Murcia, España.
Sonia Fernández-Veledo, Ph. D., quien es investigadora del Institut d’Investigació Sanitària Pere Virgili, de Tarragona, España destacó los resultados de un estudio que adelantó al respecto:
“Un posible factor que vincula los ritmos circadianos o el “reloj” que tienen los tejidos (como el adiposo) y un conocido factor de riesgo cardiovascular, la obesidad, podría ser el succinato, un metabolito energético producido por las células y la microbiota intestinal y cuya disminución podría restaurar la función “saciadora” de la leptina, explicó.
Por otra parte, un nuevo estudio brasileño reportó mayor riesgo de obesidad en personas que tienen tarde su comida principal del día, con un índice de masa corporal que sube 0,07 por cada hora adicional que retrasan la ingesta después de las 12:38 horas.