“El smartphone (teléfono inteligente, móvil o celular) es el nuevo factor de riesgo para la salud del siglo XXI, porque ataca los tres pilares de la prevención: comer bien, moverse bien y dormir bien”.
Así lo aseguró el Dr. Yannick Guillodo, médico deportólogo de la Unidad Musculoesquelética del Centre Hospitalier Universitaire (CHU) de Brest, en Brest, Francia y quien además será el director médico de los Juegos Olímpicos de París 2024.
Yannick Guillodo es el autor del libro Le smartphone tue (Smartphone mata), recientemente publicado por la editorial Baudelaire.
Guillodo aseguró que cada hora de uso de un teléfono inteligente es una hora extra de sedentarismo, tendencia que fue profundizada después de la pandemia con el teletrabajo, que redujo más los desplazamientos.
Sostiene que la silla es tan peligrosa como el tabaco y el alcohol: “Cuando fumas o bebes sabes cuáles pueden ser las consecuencias. La silla, en cambio, es un mal silencioso. Y el sedentarismo llega enmascarado. Se convierte en un hábito”.
“El abuelo ve la televisión, el padre mira su tableta, el niño su teléfono inteligente”. La adicción a las pantallas también promueve cierta “pereza mental” y ha contribuido a que la gente duerma hora y media menos que hace 50 años, añadió.
Preguntas del médico
Para el doctor Guillodo, “en la consulta un médico debe preguntar automáticamente por la cantidad de tiempo que una persona pasa usando las pantallas, de la misma manera que pregunta cuánto bebe o fuma una persona. Desde el momento en que la persona responde durante seis horas, es sedentaria y potencialmente está en riesgo”.
Los teléfonos inteligentes deberían usarse un máximo de tres horas por día y no todos los días. Y más allá de las regulaciones, alertó sobre el peligro de “comprar el silencio” de los niños poniéndolos frente a las pantallas.
“Los padres también deben dar el ejemplo dejando su smartphone a un lado durante las comidas, por ejemplo”, añadió.
