Seguidores del expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, invadieron este domingo áreas del Congreso Nacional y del Supremo Tribunal Federal en la capital del país, Brasilia.U
Una parte intentó también accedió al Palacio del Planalto, sede del Ejecutivo brasileño.
Los partidarios de Bolsonaro piden una intervención militar y la renuncia de Luiz Inácio Lula da Silva, más conocido como Lula, quien derrotó a su rival de extrema derecha en las elecciones de octubre.
El presidente anunció durante una rueda de prensa en Sao Paulo -donde se encuentra en viaje oficial- la intervención federal de Brasilia para “garantizar la seguridad pública” y dijo que lo sucedido este domingo “no tiene precedentes en la historia del país”.
Fascistas fanaticos
También ordenó el cierre del centro de la capital, incluida la avenida principal donde se encuentran los edificios administrativos y gubernamentales, durante 24 horas.
Calificó a los que estaban detrás del asalto al Congreso de “fascistas fanáticos” que representaban “todo lo que es abominable” en la política. Y dijo que quien lo hizo será “encontrado y castigado”.
“Incluso vamos a averiguar quiénes son los financiadores de estos vándalos que fueron a Brasilia y todos pagarán con fuerza de ley por este gesto irresponsable, este gesto antidemocrático y este gesto de vándalos y fascistas”, dijo el presidente.
Lula también arremetió contra la policía, condenando su falta de acción cuando la multitud se tornó violenta.
“La policía no hizo nada en absoluto. Simplemente dejaron entrar a los manifestantes”, dijo.
“Hubo mala fe, mala voluntad. Los policías que participaron en esto no pueden quedar impunes”.
Sedes de los tres poderes
Los manifestantes, que se concentraron frente al Cuartel General del Ejército, se trasladaron a la Explanada de los Ministerios en la tarde del domingo.
Imágenes difundidas por cadenas locales muestran a decenas de manifestantes en la rampa que da acceso al Congreso y al Palacio del Planalto -palacio presidencial- y en los alrededores del edificio del STF.
Las imágenes muestran ventanas rotas y manifestantes caminando tranquilamente dentro del edificio del Congreso. Algunos llegaron a la cámara del Senado, donde saltaron en los asientos.
No está claro si aun siguen en el edificio.
Frente al Congreso, un grupo de policías trató de detener el avance de los manifestantes con gas pimienta, pero no tuvo éxito.
Cómo en EU
Muchos hacen comparaciones con el asalto al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021 por parte de los partidarios de Donald Trump, un aliado de Bolsonaro.
Al ser domingo, el Congreso está vacío. Solo los empleados responsables de los servicios esenciales estaban presentes en el momento de la invasión.
Las dramáticas escenas se produjeron una semana después de la toma de posesión del izquierdista Lula.
En su discurso de inauguración, el flamante mandatario prometió reconstruir el país de entre “terribles ruinas”. Criticó también duramente las políticas de su predecesor, quien fue a Estados Unidos y evitó estar presente en la ceremonia de cambio de mandato.