Estados Unidos y Canadá llegaron a un acuerdo para rechazar a los solicitantes de asilo que lleguen por cruces fronterizos no oficiales a través de la frontera norte estadounidense.
Numerosos migrantes cruzaban hasta ahora de forma irregular hacia Canadá a través de Roxham Road, un paso fronterizo no oficial entre el estado estadounidense de Nueva York y la provincia canadiense de Quebec.
El acuerdo anunciado este viernes acaba con un vacío legal que existe en un pacto bilateral de 2004 que permitía a Canadá rechazar a inmigrantes en los puntos de entrada oficiales, pero no en los pasos fronterizos no oficiales, como Roxham Road, por donde han entrado al país en los últimos meses decenas de miles de solicitantes de asilo.
Como parte del nuevo acuerdo, Canadá también establecerá un programa de refugiados para 15.000 migrantes que huyen de la persecución y la violencia en América Central y del Sur.
Lo anunciado entrará en vigor a la medianoche del viernes.
El presidente de EE.UU, Joe Biden, se encontraba en Ottawa (Canadá) para debatir una serie de temas económicos, comerciales y de inmigración con su homólogo canadiense, Justin Trudeau.
Biden habló ante Parlamento canadiense, antes de que ambos líderes ofrecieran una conferencia de prensa conjunta, en la que Trudeau dio los detalles de la nueva política migratoria.
Limitar la migración
EE.UU. también ha detectado un aumento en los cruces de inmigrantes hacia Canadá.
Se espera que el nuevo acuerdo permita que las autoridades de ambos lados de la frontera puedan enviar de vuelta a los solicitantes de asilo en cualquiera de las dos direcciones.
El nuevo pacto es una enmienda al Acuerdo de Tercer País Seguro (STCA, por sus siglas en inglés) de 2004, que requiere que los migrantes presenten una solicitud de asilo en el primer país “seguro” al que lleguen, ya sea Estados Unidos o Canadá.
El STCA, que permite a las autoridades estadounidenses y canadienses rechazar a los solicitantes de asilo en ambas direcciones en los puertos de entrada formales, no aplicaba a los cruces no oficiales.
Eso provocó que muchos migrantes intentaran ingresar a Canadá por lugares donde no hay un cruce fronterizo oficial.
El nuevo acuerdo “no va a detener a la gente”, declaró Abdulla Daoud, director ejecutivo del Centro de Refugiados en Montreal, y agregó que le preocupa que pueda “incentivar el tráfico de personas”.
Daoud consideró insuficiente el nuevo programa de refugiados.
“Tuvimos 40.000 cruces el año pasado. Por eso 15.000 es un número bajo y solo para una parte del mundo, el hemisferio occidental”.
Las negociaciones del nuevo acuerdo fronterizo entre Estados Unidos y Canadá se estancaron durante meses.
Los funcionarios estadounidenses no querían reescribir el pacto de 2004, ya que el país estaba enfocado en su propia crisis migratoria en la frontera entre Estados Unidos y México.
El nuevo acuerdo entre EE.UU. y Canadá no requiere la aprobación del Congreso estadounidense.