Glencore informó que su filial colombiana Prodeco iniciará el proceso para devolver sus contratos mineros en el negocio de carbón a Colombia.
La decisión obedece a la negativa de las autoridades colombianas a la solicitud de la compañía para suspender sus operaciones en las minas de Calenturitas y La Jagua.
El pasado mes de diciembre, la Agencia Nacional de Minería declinó la propuesta de suspensión de operaciones solicitada por Prodeco para las minas mencionadas.
Tras la decisión, el grupo realizó una revisión operativa para identificar posibles eficiencias adicionales en los costes de operación.
Sin embargo, las conclusiones de la revisión no fueron diferentes a las realizadas en ocasiones anteriores.
Por tal motivo la empresa estimó que el reinicio de las operaciones mineras no resultaba económicamente viable.
Según informaron tanto la empresa matriz como la filial, las minas permanecerán en cuidado y mantenimiento.
Lo anterior hasta cuando el proceso formal derivado de la renuncia de los contratos haya concluido.
Por su parte, Puerto Nuevo continuará operando en línea con sus obligaciones como puerto de servicio público.
Tanto Glencore como Prodeco destacaron que la decisión de renunciar a los contratos mineros “no se ha tomado a la ligera”.
“Es un resultado decepcionante”, después de 3.000 millones de dólares (2.507 millones de euros) invertidos durante 30 años.
Agregan que además pagaron otros 3.000 millones de dólares (2.507 millones de euros) en impuestos.
El grupo Prodeco ofrecerá un programa de despido voluntario a sus empleados que será “significativamente superior a lo requerido bajo la legislación colombiana”.
Además, se otorgará un programa de transición social para los trabajadores y comunidades vecinas a las operaciones de Prodeco.
