Las personas mayores que viven cerca de sitios de fracking, tienen más probabilidades de morir prematuramente.
Así lo rebela un nuevo estudio que se conoció en los Estados Unidos.
La extracción de petróleo y gas a través del fracking se expandió rápidamente en todo Estados Unidos en las últimas dos décadas.
Al menos 17,6 millones de personas que ahora viven a menos de un kilómetro de un pozo activo.
El desarrollo no convencional del fracking está relacionado con mayores niveles de exposición a la contaminación tóxica del aire y la mala calidad del agua.
También a la contaminación acústica y lumínica que puede ser perjudicial para la salud humana.
Comunidades de bajos ingresos
El impacto de la extracción de combustibles fósiles, incluso por métodos no convencionales afecta a las comunidades de bajos ingresos y a las personas de color.
Investigadores de la Escuela de Salud Pública TH Chan de Harvard estudiaron los registros de salud de 15 millones de personas en Medicare.
Incluyeron al menos al 95% de los estadounidenses de 65 años o más, que viven en todas las regiones de perforación significativas de 2001 a 2015.
También recopilaron datos sobre aproximadamente 2,5 millones de pozos de petróleo y gas que cubren los principales estados de exploración, desde Montana hasta Texas y Pensilvania.
Cuanto más cerca viven las personas de una operación de petróleo y gas, mayor es el riesgo de morir prematuramente.
Incluso después de tener en cuenta factores socioeconómicos, ambientales y demográficos como el género y la raza, según el estudio publicado en Nature Energy.
Cerca y a favor del viento
Los residentes más afectados son los que viven cerca y a favor del viento.
Esto sugiere que los contaminantes tóxicos en el aire emitidos por los sitios de UOGD probablemente contribuyeron a tasas de mortalidad más altas.
La exposición a toxinas asociadas con la perforación no convencional está relacionada con una amplia gama de afecciones médicas potencialmente mortales.
Las toxinas son compuestos orgánicos volátiles (COV), los óxidos de nitrógeno y los materiales radiactivos,
Longxiang Li, becario postdoctoral en el Departamento de Salud Ambiental, es el autor principal del estudio.
“Nuestros hallazgos sugieren la importancia de considerar los peligros potenciales para la salud de ubicar UOGD cerca o a favor del viento de los hogares de las personas”, dijo.