El Papa Francisco puso de ejemplo para los jóvenes a la Virgen María y Don Bosco, el fundador de los Salesianos.
El Día del Influencer (30 de noviembre) se celebra con el fin de reconocer a quienes inspiran a otros en las redes sociales e Internet.
El 26 de enero de 2019, en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Panamá, el Papa Francisco destacó, ante los cientos de miles de jóvenes presentes, el papel de la Virgen María como “influencer de Dios”.
El Santo Padre dijo que el Señor “sorprendió a María y la invitó a formar parte de esta historia de amor.
Sin lugar a duda la joven de Nazaret no salía en las ‘redes sociales’ de la época, Ella no era una ‘influencer’, pero sin quererlo ni buscarlo se volvió la mujer que más influenció en la historia”.
“Le podemos decir con confianza de hijos: María, la ‘influencer’ de Dios. Con pocas palabras se animó a decir ‘sí’ y a confiar en el amor, a confiar en las promesas de Dios, que es la única fuerza capaz de renovar, de hacer nuevas todas las cosas”, dijo el Papa Francisco ese día.
Al aceptar ser la Madre de Dios, continuó el Pontífice, “María sin dudas tendría una misión muy difícil, pero las dificultades no eran una razón para decir ‘no’. Seguro que tendría complicaciones, pero no serían las mismas complicaciones que se producen cuando la cobardía nos paraliza por no tener todo claro o asegurado de antemano”.
“María no compró un seguro de vida, María se jugó y por eso es fuerte, por eso es una influencer, es la influencer de Dios”, subrayó el Papa Francisco.
Don Bosco, otro “influencer” del Señor
En su discurso de enero de 2019, el Papa Francisco también recordó la obra de Don Bosco, el santo fundador de los Salesianos.
“Don Bosco no se fue a buscar a los jóvenes a ninguna parte lejana o especial, simplemente aprendió a ver todo lo que pasaba en la ciudad con los ojos de Dios”, dijo el Papa.
Así, “su corazón fue golpeado por cientos de niños, de jóvenes abandonados sin estudio, sin trabajo y sin la mano amiga de una comunidad. Mucha gente vivía en la misma ciudad, muchos criticaban a esos jóvenes, pero no sabían mirarlos con los ojos de Dios. A los jóvenes hay que mirarlos con los ojos de Dios”.
“Él lo hizo, se animó Don Bosco, y se animó a dar ese primer paso: abrazar la vida como se presenta y, a partir de ahí, no tuvo miedo de dar el segundo paso: crear con ellos una comunidad, una familia donde con trabajo, estudio se sintieran amados”, resaltó.
Para concluir, el Papa Francisco animó a los jóvenes a no tener miedo.
“No tengan miedo de decirle a Jesús que ustedes también quieren tomar parte en su historia de amor en el mundo, ¡que están para más!”, finalizó.