Pablo Gabriel Obregón Santo Domingo, presidente del Consejo Directivo de la Universidad del Norte, recibió la Medalla Benefactor Insigne en la categoría Oro.
Esta es la máxima distinción honorífica que se confiere a personas que han realizado significativos aportes al desarrollo de la institución, que en la categoría Oro se otorga a miembros del Consejo Directivo con una permanencia mayor de 25 años de vinculación.
Obregón ha sido miembro del Consejo Directivo de la Universidad del Norte desde febrero de 1983, en representación de la Fundación Santo Domingo, una de las entidades fundadoras de esta institución en 1966.
Por su visión estratégica y compromiso con la universidad, en 1994 fue nombrado vicepresidente del consejo y, posteriormente, en 2008 fue elegido presidente, rol que ejerce actualmente.
Como consejero se ha vinculado activamente con los procesos de planeación institucional, especialmente desde su participación en el Comité de Dirección, el Comité de Compensación y Desarrollo y el Comité de Construcción.
El rector Meisel, en sus palabras previo a la imposición de la medalla, destacó que Pablo Gabriel Obregón ha ejercido un liderazgo desinteresado por Barranquilla y el Caribe colombiano.
“Destacaría que su manejo del Consejo Directivo lo realiza con facilidad para afrontar los temas y situaciones difíciles. Pablo lo hace parecer como algo que no requiere esfuerzo, lo que los italianos del Renacimiento llamaban sprezzatura”, señaló.
Por su parte Guido Nule Amín, vicepresidente del Consejo Directivo de la universidad y quién le impuso la medalla al homenajeado, lo definió como una persona muy razonable, muy convencido de los principios que deben tenerse en cuenta dentro de la universidad, del consejo y de los objetivos institucionales.
Buen líder
“Ha sido un buen líder, un buen presidente del Consejo Directivo, teniendo en cuenta que ha reemplazado a personas de una importancia única, no solamente para la universidad, sino para el desarrollo en general de la ciudad. Pablo ha respondido, ha asumido el liderazgo con muy buen criterio y creo que la bandera de la universidad privada dedicada a la enseñanza, al perfeccionamiento, a buscar lo ideal, la ha sabido mantener muy bien en alto”, indicó.
En los 57 años de historia de Uninorte, tres han sido los presidentes del Consejo Directivo: Karl C. Parrish junior, desde 1966 hasta 1980; Álvaro Jaramillo Vengoechea, entre 1980 y 2008; y Pablo Gabriel Obregón, quien asumió en 2008 y sigue ejercienco en la actualidad.
De acuerdo con Meisel, la continuidad en el liderazgo del consejo es una de las razones para que expliquen el desarrollo y la estabilidad de la universidad.
Luego de que se leyera la resolución y recibir la medalla, Obregón se dirigió a los invitados para manifestar su agradecimiento por el homenaje que se le concedió. Recordó que durante las cuatro décadas como consejero pudo constatar el crecimiento de la Universidad del Norte.
“En tamaño, claro, pero sobre todo en calidad académica e investigativa, en su liderazgo ético, intelectual y técnico regional, y en su gestión para abrir su campus a estudiantes meritorios, pero de baja capacidad económica. Más del 60% de los estudiantes son de estrato tres o menos. Esto último es motivo de especial orgullo y se refleja en que fue la universidad del país que admitió el mayor número de beneficiarios de los programas Ser Pilo Paga y Generación E, y en que hoy el 72 % de los estudiantes tiene algún tipo de financiación y el 36% cuenta con una beca de Uninorte”, dijo.
Líder tranquilo
Quienes han compartido con Obregón en el Consejo Directivo, lo retratan como un líder tranquilo, que tiene una alta capacidad de escucha y es conciliador para darle cabida a todos los puntos de vista.
De esta forma ha sabido guiar el consenso en las decisiones que se toman sobre el futuro de la universidad, en la que siempre ha dado prevalencia a los principios fundacionales y la sostenibilidad institucional.
El Rector se refirió a la personalidad del homenajeado, de la que resaltó sus buenas maneras para relacionarse con los demás, sin afectación, siempre directo, alegre y cordial.
“Nadie puede dudar de su esencia Caribe, su amor por el mar, el carnaval, su conocimiento de nuestro medio ambiente, cultura y su talante jovial. A estas alturas de mi vida, lo que más valoro en un ser humano es que sea buena persona. Pablo lo es”, agregó.
Alma Lucía Díaz Granados, vicerrectora administrativa y financiera de Uninorte, quien ha interactuado con Obregón Santo Domingo por más de 30 años con Obregón por sus funciones y responsabilidades en la universidad y en el Consejo Directivo, señala que su papel ha sido muy relevante para lo que es Uninorte en la actualidad.
“Tiene mucha empatía con nosotros, los colaboradores de Uninorte, y tiene una capacidad de escucha increíble. Él se concentra cantidades y está muy atento a cada una de las posiciones de los diferentes miembros del Consejo Directivo. Por su experiencia y su practicidad se enfoca mucho en la estrategia y en los resultados”, dijo la vicerrectora.
