Un grupo de sacerdotes católicos rebeldes dirigen una campaña de desobediencia ante el Vaticano.
Dicen que no rechazarán a ninguna pareja homosexual que desee pedir la protección de Dios.
Anunciaron que también darán la comunión a protestantes y a católicos divorciados que se casen nuevamente.
Esta semana El Vaticano anunció que los sacerdotes no pueden bendecir las uniones del mismo sexo y que tales prácticas no son válidas.
Algunos países, las parroquias y los ministros comenzaron a bendecir las uniones entre personas del mismo sexo.
El nuevo movimiento de sacerdotes, fundado en el 2006, también quieren que los sacerdotes puedan casarse y las mujeres puedan convertirse en párrocos.