Las declaraciones de impuestos de Donald Trump durante ocho años llegarán a manos de un fiscal.
Esto se debe a que la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos rechazó una solicitud para que el alto tribunal suspendiera un fallo anterior que le exigía a Trump entregar los registros.
Con su decisión, la Corte no obliga directamente al presidente a dar sus declaraciones de impuestos, sino a su firma contable Mazars.
Es esa compañía la que deberá entregar los registros de Trump. Tampoco significa que las declaraciones del expresidente vayan a desclasificarse ante el público.
De hecho, el fiscal del distrito de Manhattan, Cyrus Vance Jr., se comprometió a respetar la confidencialidad que le exige el gran jurado.
Lo relevante de la decisión es que con ella Trump pierde una dura batalla legal que ha dado durante años para que no se conozca su declaración de impuestos.
Desde su campaña presidencial, Trump se comprometió a publicar voluntariamente sus declaraciones de impuestos, como todos los presidentes.
A diferencia de sus antecesores, el republicano multimillonario nunca publicó los registros.
En 2019, la situación pasó del plano político al penal, cuando la Fiscalía abrió una investigación en la que está involucrado Trump.