Economía

Deje de tenerle miedo al crédito

El crédito suele asociarse con problemas y endeudamientos innecesarios, sin embargo, es un instrumento muy útil como medio de financiamiento.

Perderle el miedo a este mecanismo puede ser la clave para, por ejemplo, construir una vida crediticia saludable y mejorar las condiciones monetarias individuales.

Es fundamental tener claro que las tarjetas de crédito funcionan a partir de un sistema revolvente, es decir, en cuanto se paga el monto de dinero utilizado, se vuelve a tener cupo disponible.

Es necesario tener cuidado cuando se gasta el cupo de la tarjeta en un corto período de tiempo, ya que tarde o temprano todo lo gastado tendrá que ser pagado

Expertos de Nu Colombia una de las plataformas digitales de servicios financieros más grande del mundo, recomiendan una serie de acciones primordiales para acceder a créditos sin morir en el intento:

  • Educación Financiera. Es común experimentar temor hacia lo desconocido, y el crédito no es la excepción. Al dedicar tiempo a comprender su funcionamiento, familiarizarse con los términos, tasas de interés y conceptos fundamentales, se adquiere la confianza necesaria para enfrentar este aspecto financiero.
  • Planear, tener un presupuesto y considerar compras inteligentes son los elementos principales para disfrutar de la opción de los créditos cuando sea necesario. En la medida en que los gastos entren en lo presupuestado, no existirán inconvenientes a la hora de realizar pagos oportunamente. De esta forma, si es necesario adquirir algún producto de uso diario, por ejemplo un computador para trabajar o estudiar, las posibilidades de crédito pueden ayudar.
  • Gastar menos con respecto a los ingresos mensuales. Esto permitirá tener un margen disponible en caso de situaciones imprevistas.
  • Monitorear los gastos. Mantener un seguimiento constante de las transacciones utilizando las aplicaciones móviles de los bancos, las cuales facilitan el monitoreo de los gastos en tiempo real.

La resolución de dificultades económicas radica en la construcción de hábitos conscientes y responsables en relación al gasto individual, siempre teniendo como referencia el nivel de consumo propio y las posibilidades que ofrece el entorno.

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