Archivaron la posible causa judicial contra el Papa Benedicto XVI respecto a su manejo de acusaciones de abusos sexuales cuando fue Arzobispo de Múnich (Alemania).
Según informa CNA Deutsch, agencia en alemán del Grupo ACI, la oficina del fiscal de Múnich indicó que había “detenido las investigaciones” contra los Cardenales Joseph Ratzinger y Friedrich Wetter.
Las acusaciones las investigaron tras la publicación del reporte sobre abusos en Múnich, según el cual “podría haber habido una mala conducta por parte de funcionarios de la Iglesia en posiciones de responsabilidad”.
El Cardenal Ratzinger, que en 2005 se convertiría en el Papa Benedicto XVI, sirvió como Arzobispo de Múnich y Freising entre 1977 y 1982.
El reporte sobre abusos de Múnich lo publicaron en enero de 2022 y mencionaba al Papa Benedicto XVI y a sus sucesores, los Cardenales Friedrich Wetter y Reinhard Marx.
El estudio criticaba al Papa alemán por su manejo de cuatro casos durante el tiempo que lideró la Arquidiócesis del sur de Alemania.
Benedicto XVI, quien negó enfáticamente las acusaciones, envió a los investigadores que hicieron el reporte un documento de 82 páginas con sus observaciones.
El fiscal en Múnich en la región de Baviera señaló: “En la medida en que estos hechos dieron lugar a sospechas de un posible comportamiento criminalmente relevante por parte de funcionarios de la Iglesia, primero se iniciaron investigaciones preliminares separadas”.
La oficina del fiscal examinó, “en particular, si algún responsable eclesiástico pudo haber favorecido o ayudado, mediante alguna decisión sobre el personal, un acto de abuso cometido posteriormente por un sacerdote, que aún no hubiese prescrito”.
Además de los Cardenales Ratzinger y Wetter también figuraba como sospechoso el ex vicario general Gerhard Gruber.
Actual Arzobispo de Múnich
El actual Arzobispo de Múnich, Cardenal Reinhard Marx, no estaba sujeto a la investigación que archivaron.
La oficina del fiscal destacó: “En cada caso, las investigaciones no revelaron suficiente sospecha de una conducta delictiva por parte de los responsables del personal, y por eso las investigaciones previas se suspendieron paulatinamente”.
En dos procedimientos en los que el Cardenal Ratzinger lo consideraban como imputado, “la investigación llevó a la conclusión de que no se podía probar ningún delito elegible para que lo procesaran, o en todo caso que tal delito ya no podía perseguirse porque había expirado el plazo de prescripción”.
“Desde el punto de vista jurídico, cabe mencionar que el objeto de las investigaciones del fiscal no eran actos de abuso cometidos por los mismos responsables del personal eclesiástico, sino posibles actos de ayuda por acción u omisión”, explicó la oficina del fiscal.
“El requisito previo para la complicidad en el marco penal es que, en primer lugar, un crimen procesable (como el abuso sexual de niños) lo cometiera otro perpetrador (en este caso un sacerdote). En un segundo paso, se tiene que examinar si es que y de qué forma un funcionario eclesiástico ayudó o colaboró en este acto”.
Mientras tanto, la Arquidiócesis de Múnich y Freising reafirmó en una declaración su “incondicional deseo de clarificar el asunto y su irrestricta voluntad de cooperar y apoyar cualquier investigación del Estado”, informó CNA Deutsch.
La Arquidiócesis animó a las “víctimas y a todos aquellos que tengan información sobre abusos, en este y otros contextos en el área de la Arquidiócesis de Múnich y Freising, a comunicarse con las personas de contacto independientes para casos sospechosos de abusos sexuales” en esa jurisdicción eclesiástica.