Mientras criticaba las vacunas contra el coronavirus y las restricciones para frenar la pandemia, un sacerdote italiano vio como los feligreses abandonaron la iglesia.
Los hechos ocurrieron en una iglesia de la región septentrional italiana de Lombardía cuando el sacerdote oficiaba la misa.
El suceso ocurrió en una iglesia situada entre las provincias de Pavía y Milán, y ya ha sido denunciado ante la Curia de Milán.
El cura, identificado por los medios locales como Tarcisio Colombo, se ha defendido de las acusaciones.
Afirmó que “en la vida también hay que saber escuchar a quien tiene una opinión diferente”.
La región de Lombardía, considerada el motor económico de Italia, fue en 2020 el epicentro de la pandemia en este país.
Desde el estallido hasta ahora contabiliza 1,2 millones de contagios, mientras que en toda Italia va 6,2 millones.
El número de muertos que acumula supera ya los 35.000, de los 137.513 en todo el país.
Esta región será una de las que entren en zona amarilla, el segundo nivel de los cuatro de la escala de colores definida por el Gobierno relacionada con el riesgo de contagios.
La rápida difusión de la variante ómicron, que superó el récord de casos diarios, obligó al Gobierno a exigir el certificado sanitario reforzado.
Se obtiene en Italia cuando se ha sido vacunado o se ha pasado la enfermedad.
Solo asó podrán acceder a los medios de transporte, además de a hoteles, ceremonias o festivales.
Ahora también se pide para el ocio y para consumir en el interior de bares y restaurantes.
