Sandra Gómez, presidenta de Findeter, entidad encargada de rehacer la infraestructura en las islas, dijo que al término de 2021 se habrá reconstruido al menos el 95 por ciento del archipiélago.
Anunció que ayer fueron colocados los cimientos de una de 1.200 viviendas que serán construidas, junto con la reconstrucción de 877 afectadas, el aeropuerto y dos colegios.
Durante el conversatorio Impacto de los huracanes Iota y Eta en el Caribe, en el marco de la Asamblea del BID 2021, entregó esta información.
Moderado por María Paula Correa, jefe del gabinete presidencial; participó Susana Correa, directora del Departamento de la Prosperidad y gerente de reconstrucción de las islas.
Como invitado internacional, Alexander Solis Delgado, director de la Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias de Costa Rica.
Lo más importante ha sido trabajar de la mano con la comunidad. “El éxito está en escuchar a la gente, entender sus necesidades y conforme a ello actuar”, manifestó Gómez.
Donación de empleados y amigos del BID
Durante el evento, el director ejecutivo del BID por Colombia y Perú, Sergio Díaz-Granados, en nombre de empleados y amigos del BID, entregó un cheque por cerca 47.000 dólares.
El dinero servirá para financiar proyectos relacionados con la reconstrucción de las islas de San Andrés y Providencia, afectadas por el huracán Iota en noviembre pasado.
Para Susana Correa el paso de Iota llevó al gobierno nacional a hacer una revisión de políticas públicas tanto locales como nacionales, como mecanismo prioritario de prevención.
“Frente a una emergencia de este tipo, teniendo en cuenta las lecciones aprendidas, tenemos acciones sugeridas:”
- La primera es restablecer los servicios públicos, energía, agua y telecomunicaciones.
- La segunda, con relación a infraestructura, es la aplicación de normas de construcción segura, robustecer las políticas de infraestructura social y vivienda.
Así mismo, recordó que en San Andrés la afectación fue del 10%, mientras que en Providencia el total de la isla presentó daños en su infraestructura.
Experiencia de Costa Rica
Por su parte, Solis Delgado, hizo un recuento del impacto –primero de Iota y después de Eta– que se dio principalmente en el costado del Pacífico sur de Costa Rica.
Recordó que el país tuvo pérdidas en su infraestructura por 14 millones de dólares, 325.000 personas afectadas y dos fallecidas.
También explicó que una de las primeras reacciones del gobierno fue permitir el uso de recursos especiales para atender las necesidades más inmediatas:
- Habilitación de albergues
- Compra de materiales
- Alquiler de maquinaria para abrir caminos
Medidas para mantener la seguridad y salvaguardar la vida de las personas.
Finalmente, la gerente de reconstrucción de las islas resaltó que la importancia del trabajo intersectorial articulado fue clave
Especialmente, cuando se requirieron recursos marítimos, aéreos y terrestres para atender la emergencia, con el apoyo de las fuerzas militares y todas las entidades involucradas.
Así como también la socialización y la participación de las comunidades para garantizar su bienestar y el mejoramiento de su calidad de vida.
