Los crímenes de odio en los Estados Unidos alcanzaron el nivel más alto en más de una década el año pasado.
De acuerdo con la información del FBI, se registraron 51 asesinatos por odio, la cifra más alta en los últimos 10 años.
El marcado aumento de los homicidios impulsados por el odio se atribuyó en gran parte al tiroteo masivo ocurrido en Texas, en agosto de 2019.
En ese ataque un joven de 21 años impulsado por el odio hacia los latinos tomó por asalto un Walmart, mató a 23 personas e hirió a muchas más.
El número de muertos del atentado de El Paso más que duplicó el del crimen de odio más mortífero de 2018.
Había sido el tiroteo masivo contra los judíos de la sinagoga Tree of Life de Pittsburgh.
En total, el FBI recogió datos de 7.314 incidentes criminales motivados por los prejuicios de raza, etnicidad o identidad de género en 2019.
Fue el tercer año consecutivo en que esta medición superó los 7.100 incidentes y fue la cifra más alta desde que el FBI registró 7.783 incidentes en 2008.
Los expertos sostienen que los datos del FBI probablemente subestimen el número de crímenes de odio en los Estados Unidos.
Agregan que muchas víctimas no denuncian los incidentes y los organismos locales no están obligados a remitir al FBI los datos sobre crímenes de odio.