El ex presidente del gobierno español, Felipe González, afirmó en Barranquilla que en la sociedad actual la gente les cree cada vez menos a los partidos políticos al igual que los medios de comunicación.
Durante su intervención en la conferencia inaugural de la Cátedra Europa en la Universidad del Norte, el estadista ibérico dijo que “la crisis de los partidos solo es comparable a la crisis de los medios de comunicación y la pérdida de credibilidad de esas colectividades políticas es la misma que ha experimentado el cuarto poder”.
Ante un nutrido auditorio compuesto por estudiantes, académicos y autoridades locales, ante quienes dictó la conferencia “La democracia y sus retos en Iberoamérica” el dirigente español precisó que en el mundo de hoy la democracia representativa está amenazada por irredentismos nacionalistas que amenazan el respeto a los derechos humanos, al pluralismo de ideas y al estado de derecho.
“Les voy a hablar de la democracia porque me preocupa la gobernanza de las democracias representativas y el desencanto de los jóvenes por la democracia representativa, que es un régimen imperfecto con episodios y época oscuras, pero que si se mantiene se recupera”, agregó.
En su concepto, el resto de los sistemas, que son totalmente diferentes a la democracia, “son las tiranías, las dictaduras o totalitarismos, que no tienen episodios oscuros, sino que oscuros siempre porque le quitan a uno el patrimonio intangible, que es la libertad”.
La democracia, el mejor sistema
“La democracia no garantiza el buen gobierno, pero garantiza que podamos echar al gobierno que no nos guste” dijo en su intervención el estadista quien agregó que “por qué esperar a que se pierda la democracia para evaluar lo que puede, lo que vale; por qué esperar a salir a la calle pidiendo libertades cuando puedes evitar que se pierda siendo exigente”, agregó.
En su análisis, González explicó que “Europa está en crisis, pero a pesar de todo, no es terminal y espero que de esa crisis salga una respuesta que necesita. La democracia es un continuo de mejoras, hay que tener la voluntad, la tenacidad y la paciencia de proyectarla en el tiempo y de corregir día a día los errores”.
La democracia está en peligro
Según Felipe González hay gobiernos liberales, con tentaciones autoritarias que limitan las libertades ante lo cual “tenemos que reaccionar pronto, incluso para enfrentar los desafíos reales”.
“La desigualdad no solo es un problema ético para quien crea en la justicia social, es un problema de sostenibilidad. Si volvemos a padecer lo que ocurrió en el 2008, y que contaminó a todo el mundo; no se si habrá posibilidad de contenerlo. Desde China, Dinamarca, pasando por Estados Unidos y América Latina, el problema es la redistribución desigual del ingreso que se genera en este modelo de economía globalizada”, precisó.
La gran patria latinoamericana
En cuanto a la integración de los países latinoamericanos, comparándola con lo ocurrido en la Unión Europea dijo que “la gran patria latinoamericana sigue estando en el aire y ojalá la nueva generación la aterrice y sea verdad” superando los nacionalismos que se impiden mutuamente; ponerse de acuerdo, crecer, entenderse.
Sobre el presidente Donald Trump, González manifestó que éste ha convertido a Estados Unidos en el país del proteccionismo, que niega la globalización y la independencia; e indicó que lo único que no se le ha ocurrido a Trump para crear una fórmula para luchar contra la expansión del virus, el coronavirus, es poner un arancel muy grande para que no pase la frontera, ya que, según él, “cosas más arbitrarias ha hecho”.
Al hablar de la Unión con la vista puesta en los procesos sistemáticamente fracasados de integración latinoamericana, Felipe González se refirió a Europa con el proceso de integración supranacional de soberanía compartida, no cedida.
“¿Cómo es posible allá? Todo comenzó con el Tratado de Londres hace 70 años. ¿Qué pasó? Que se pusieron de acuerdo en tres elementos.
La patología de la guerra
González habló de una serie de elementos que logran un proceso de integración exitoso o para evitar el fracaso reiterado. Se logró, mediante un acuerdo, escapar de la patología de la guerra, intentando no pelear, convivir, sobre la base de tres valores, una ética de la paz.
Se trata de tres pilares:
Derechos humanos. Se creó un tribunal y “un catálogo donde todos estén de acuerdo en que es lo que hay que respetar”, que es la declaración europea sobre Derechos humanos.
Democracia pluralista. “Nunca más alguien que trate de imponer sus ideas a los demás” y se aceptó el pluralismo democrático, la diversidad de ideas y de sentimientos de pertenencia que lleva implícita la democracia representativa.
Respeto al Estado de derecho. “La ley puede ser mejorable o rechazable, pero para cambiarla también tiene que respetarlas reglas de juego y no saltársela”.
Luego de identificarse en los valores, hay que discutir e ir sumando los intereses, lo que lleva a suscribir acuerdos entre países. Aseveró que los procesos de integración no pueden ser ideológicos, deben ser democráticos, basados en valores e intereses comunes. La integración regional bien hecho agrega 20 o 25 % de aumento de PIB. La gran patria latinoamericana, son los jóvenes los que la tienen que realizar.
