El gobierno de Haití decretó el estado de emergencia por 72 horas en Puerto Príncipe y sus alrededores, luego de que bandas armadas irrumpieron en la principal cárcel del país, facilitando la fuga de centenares de reclusos.
La medida incluye la imposición de un toque de queda nocturno hasta el miércoles.
La noche del sábado, escaparon de la Penitenciaría Nacional de Puerto Príncipe la mayor parte de los aproximadamente 3.800 hombres detenidos allí, según dijo un periodista local a BBC News.
La violencia en Haití, el país más pobre de América, ha empeorado en los últimos años. Las pandillas que pretenden derrocar al primer ministro Ariel Henry controlan el 80% de Puerto Príncipe.
Construida para unos 700 detenidos, esta cárcel albergaba unos 3.687 presos en febrero pasado, de acuerdo con cifras de la ONG Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (RNDDH, por sus siglas en francés).
Los principales sindicatos policiales habían pedido ayuda a los militares para reforzar la seguridad de la prisión para evitar la fuga de los detenidos, la mayor parte de los cuales son considerados como de alto perfil.
Finalmente, los grupos armados irrumpieron la noche del sábado.
De acuerdo con la agencia Reuters, los policías que estaban destinados a cuidar la cárcel abandonaron sus instalaciones y todavía el domingo en la mañana no había indicios de presencia policial en la instalación.
Cuerpos tirados
Un periodista de la agencia AFP que visitó el penal ha dicho que observó una docena de cuerpos tirados en las afueras del centro.
Puerto Príncipe ha vivido una situación de zozobra, luego de que Jimmy Cherizier, un ex oficial de policía que lidera una de las principales bandas armadas del país, hizo un llamado a los distintos grupos armados a unirse para derrocar al primer ministro, Ariel Henry.
“Todos nosotros, los grupos armados de las ciudades de provincia y los grupos armados de la capital, estamos unidos”, afirmó el ex policía -también conocido como Jimmy “Barbecue”- considerado responsable de varias masacres en Puerto Príncipe.
El último recrudecimiento de la violencia comenzó el jueves, cuando el primer ministro viajó a Nairobi para discutir el envío a Haití de una fuerza de seguridad multinacional liderada por Kenia.
El viernes, el presidente de Kenia, William Ruto, dijo que él y Henry habían firmado un acuerdo y estaban trabajando para acelerar el despliegue.
En enero, la ONU dijo que más de 8.400 personas fueron víctimas de la violencia de las pandillas en Haití el año pasado, incluidos asesinatos, heridos y secuestros, más del doble de las cifras observadas en 2022.
Presos que se quedan voluntariamente
Pero, aunque las rejas estaban abiertas y al parecer la cárcel carecía de vigilancia, no todos los detenidos quisieron escapar.
Algunos optaron por quedarse dentro de la prisión, por considerar que allí estarían más seguros que en las calles.
Un trabajador penitenciario voluntario dijo a Reuters que 99 prisioneros, incluidos ex soldados colombianos encarcelados por el asesinato del presidente Jovenel Moïse, habían optado por permanecer en sus celdas por temor a morir en el fuego cruzado.
Desde el asesinato de Moïse en 2021, la violencia ha sido generalizada en Haití.
El fallecido mandatario no ha sido reemplazado y no se han celebrado elecciones desde 2016.
Según un acuerdo elaborado tras la muerte de Moïse, estaba previsto que se celebrarían elecciones para escoger nuevas autoridades y Henry, quien ocupa el cargo sin haber sido votado en las urnas, debía dimitir el 7 de febrero, pero eso no sucedió.