Las medallas que ganen los participantes en los Juegos Olímpicos de París 2024 contendrán un fragmento de la emblemática torre Eiffel, uno de los símbolos más emblemáticos de la capital francesa.
La cara de las preseas está decorada con un hexágono de hierro procedente de la torre Eiffel y con el logo de París-2024, del que emanan rayos grabados en el metal de la medalla.
En el reverso, el Comité Olímpico Internacional (COI) impone la representación de la diosa griega de la victoria Niké, del Estadio Panathinaikó y del Acrópolis, pero París-2024 ha obtenido la autorización excepcional para añadir el dibujo de la torre Eiffel.
La disciplina por la que se entrega la medalla aparece inscrita en el canto de la medalla.
Para las medallas paralímpicas no se imponen las figuras en el envés de la medalla, por lo que el dibujo será una vista inferior de la torre Eiffel, con la inscripción París-2024 en braile universal.
El presidente del Comité de Organización de los Juegos Olímpicos (COJO), Tony Estanguet, explicó el jueves al desvelar las medallas que la idea de la torre Eiffel “fue recibida con consenso y nos gustó”. También agradeció a la alcaldesa de París y a la sociedad de la torre Eiffel por haber informado al COJO que “quedaban partes inutilizadas de la torre Eiffel”.
“Un pedazo de Francia”
“Llevarse una medalla es llevarse un pedazo de historia, pero ahora llevarse esta medalla olímpica es también llevarse un pedazo de Francia, un fragmento de nuestro patrimonio”, declaró entusiasmado ante la prensa Martin Fourcade, presidente de la comisión de atletas del COJO y campeón olímpico.
Los 18 gramos de torre Eiffel engastados en cada medalla han sido extraídos de las piezas de la ‘Dama de Hierro’ procedentes de las renovaciones del monumento y que han sido guardadas bajo alto secreto en hangares de las afueras parisinas.
“Es un día histórico, un proyecto único y la representación perfecta de la ambición que hemos puesto a este patrocinio”, declaró Antoine Arnault, vicepresidente del consejo de administración del holding Christian Dior SE, que controla LVMH.
Ese grupo de lujo anunció su patrocinio a los JJ. OO. el pasado verano boreal. La joyería Chaumet, propiedad de LVMH, fue la encargada de diseñar estas medallas, que serán fabricadas por la institución monetaria nacional Monnaie de París.
Cada una tendrá 85 mm de diámetro, 9,2 mm de espesor y pesos diferentes: 529 gramos para la medalla de oro, 525 gramos para la de plata y 455 gramos para la de bronce.
El peso, tamaño, forma, las representaciones en el revés de las medallas o la prohibición de perforar el objeto son condiciones impuestas por el COI.
Hacer brillar al atleta
“Eso nos limita en el proceso creativo, pero es lo que lo hace divertido”, explica Benoît Verhulle, jefe del taller. La creación fue realizada en el más alto secreto, pues solo cinco personas estaban al corriente de este “pedido muy especial” en Chaumet, destaca Clémentine Massonnat, encargada de la creación.
Hizo falta sumergirse en los archivos de esta joyería presente desde hace 250 años en la parisina plaza Vendôme, y que contó entre sus clientes al propio Gustave Eiffel. Los creadores se han inspirado en las medallas de bodas o conmemorativas creadas a principios del siglo XX, en el aspecto radiante de las diademas, especialidad de la casa, o en las esmeraldas hexagonales de los años 1950 y 1960.
Se decidió colocar el pedazo de la torre Eiffel “en el centro de la medalla, darle una forma hexagonal que recuerde a Francia y ponerla como centro que irradia rayos facetados en oro, que recuerden al brillo de Francia”, explica Clémentine Massonnat.
Los rayos y el facetado de la medalla permiten también “atraer la mirada hacia ese pedazo de la torre Eiffel, y que la medalla devuelva la luz cuando el atleta la tenga alrededor del cuello”, añade.
“El ADN de nuestra casa es dar vida a piezas inertes”, explica Benoît Berhulle. “Hacía falta jugar con la luz (…) cuando manipulamos o jugamos con la luz sobre esta medalla, los rayos atrapan esta luz y la devuelven de una manera completamente diferente”, detalla el jefe del taller.
“Esperamos que esto permita que el deportista brille todavía más después del logro cumplido”, dice con orgullo.