Rishi Sunak se convirtió en el primer jefe de gobierno no blanco al mando de Reino Unido, un país ex imperial que un día gobernó en India, buena parte de África y otras muchas partes del planeta.
Sunak sustituye a Liz Truss, quien ocupaba el cargo al frente de la formación y del Ejecutivo desde el pasado 6 de septiembre y que hoy presentó formalmente su dimisión ante el monarca.
Truss anunció su marcha el pasado jueves tras perder la confianza de sus diputados, después de que su plan fiscal anunciado el 23 de septiembre sembrara el caos en los mercados financieros.
Sin embargo, no todo es un camino de rosas para Sunak, quien para muchos representa un cambio generacional y de pensamiento en el Reino Unido.
Las dificultades empiezan por el choque cultural y el ostracismo de sectores que creen que la llegada al cambio de una persona no blanca es un retroceso.
“El 85% de los británicos son blancos y debería haber alguien que nos represente”, dijo Larry Jerry, un militante del Partido Conservador, en una entrevista con la periodista Sangita Myska, de la cadena LBC.
“Que una persona de color se convierta en primer ministro es un momento histórico. Deténgase con los peros. Solo hay que reconocer eso”, trinó la comunicadora.
Otros ataques racistas
Sunak ha comentado como anécdotas que sufrió varios ataques racistas a lo largo de su vida.
En 2019, en una entrevista televisiva con la BBC, comentó que en un restaurante de comida rápida tuvo que soportar insultos por parte de unos comensales en una mesa cercana que se referían de manera despectiva hacia los migrantes.
“Era la primera vez que lo experimentaba. Y me impactó. Se grabó en mi memoria. Te pueden insultar de muchas maneras diferentes, ciertamente en este trabajo, pero eso escuece de una manera que es difícil de explicar”, contó entonces.
