Las autoridades de Japón decidieron permitir que haya hasta 10.000 espectadores en las gradas de los Juegos Olímpicos de Tokio.
Sin embargo, se reservan la opción de celebrar competiciones a puerta cerrada en caso de repunte de contagios de covid-19.
Así lo anunciaron hoy los organizadores de Tokio 2020.
El anuncio llega el mismo día en que se levanta el estado de emergencia sanitaria por coronavirus en Tokio y otras regiones del país.
No obstante, se mantienen las restricciones para prevenir contagios que afectan sobre todo a los horarios de apertura de bares y restaurantes.
En marzo, se había decidido prohibir la llegada de espectadores del extranjero debido a un riesgo sanitario considerado demasiado alto, algo inédito en la historia olímpica.
Hoy la organización tenía que decidir sobre celebrarlos a puerta cerrada o con aficionados locales, opción por la que finalmente han optado, aunque en un número restringido.
Un sorteo determinará los aficionados que pueden acudir a los Juegos de entre aquellos que tenían ya su entrada.
Los afortunados tendrán que llevar mascarillas todo el tiempo y tendrán prohibido “hablar fuerte o gritar”, precisó la organización.
El levantamiento del estado de emergencia el domingo en Tokio y otros departamentos transmitió una señal positiva a los organizadores.
Pero el gobierno japonés mantuvo algunas restricciones al menos hasta el 11 de julio.
El primer ministro Yoshihide Suga advirtió que podría reforzarlas si los casos de covid-19 aumentan y el sistema sanitario se halla bajo presión.
Los expertos sanitarios que asesoran al gobierno habían avisado que sería “ideal” celebrar los Juegos a puerta cerrada, mientras que algunas asociaciones médicas habían pedido la anulación.