El cierre de los establecimientos educativos por casi 18 meses durante 2020 y 2021 hizo que niños, niñas, adolescentes y jóvenes del país no pudieran asistir de forma presencial a clases, lo que trajo serias consecuencias para su desarrollo.
Una de estas consecuencias se evidencia en el rezago de aprendizajes. El informe “The State of Global Learning Poverty: 2022 Update” revela que, en el mundo, el 70% de los niños de 10 años no pueden leer o no entienden lo que leen. Es decir, casi 2 de cada 3 niños no tienen una lectura funcional.
Igualmente, son preocupantes los efectos psicológicos y socioemocionales de la pandemia. La investigación de World Vision y War Child de 2021 encuentra que el 38% de los niños y jóvenes afirman sentirse tristes y temerosos, lo que puede representar un alto riesgo para esta población de desarrollar trastornos de salud mental como depresión y ansiedad.
Es necesario que, unidos como sociedad en una gran movilización por la educación, el país emprenda acciones colectivas de choque para atender esta problemática.
Por eso, el MEN busca articular esfuerzos entre los diferentes actores de la sociedad para reducir los rezagos de aprendizaje y las consecuencias en el bienestar socioemocional de los estudiantes. Una de las apuestas del MEN para generar esta movilización es el Programa “Viva la Escuela”.
“En el primer semestre del 2023 tendremos aproximadamente 5.000 estudiantes de licenciatura y Escuelas Normales Superiores que voluntariamente, en el marco de sus prácticas o pasantias, apoyarán los procesos educativos en las Escuelas” afirmó el viceministro de educación preescolar, básica y media, Hernando Bayona Rodríguez.
Trabajo colaborativo
“Estamos convencidos que el trabajo colaborativo y la interacción entre docentes del magisterio, profesores universitarios, estudiantes de educación superior y familias, permitirán que la Escuela vuelva a ser el centro de la comunidad y se revitalice” agregó el viceministro.
En el segundo semestre de 2023 serán 10.000 estudiantes nuevos los que se sumarán a esta movilización.
Los estudiantes de pedagogía se enfocarán en el apoyo a los docentes de aula; esta es la parte central del programa, pues el trabajo conjunto entre los maestros y los voluntarios les permitirá a los estudiantes de las escuelas aumentar las interacciones de calidad.
Por otra parte, el programa brinda una gran oportunidad a los docentes de interactuar con colegas universitarios y de otras escuelas.
Además de los voluntarios dedicados al tema pedagógico, el programa contará con un grupo de estudiantes de psicología, psicopedagogía, trabajo social, para el apoyo de la dimensión socioemocional en las escuelas, y otro grupo de estudiantes de carreras administrativas y afines para el fortalecimiento de los procesos administrativos y financieros de las Secretarías de Educación.
El MEN otorgará a los estudiantes un auxilio económico para desplazarse a las escuelas; así como un apoyo económico mensual para su manutención de 1 SMMLV.
El pago del auxilio y apoyo económico se hará a través del ICETEX. La duración de la estancia del estudiante en territorio será de tres meses.
Los estudiantes que deseen participar de “Viva la Escuela” podrán postularse a través de la Universidad o Escuela Normal Superior donde estudian, las cuales harán la selección de los voluntarios y la supervisión de las prácticas.
Los voluntarios serán acompañados por los supervisores de práctica de las instituciones de educación a las cuales están vinculados; además, serán guiados por los mentores, quienes serán docentes en ejercicio del sector oficial con doctorado.
Estancia posdoctoral
Los mentores tendrán una comisión para hacer una estancia posdoctoral de tiempo completo en las universidades seleccionadas para este fin. La convocatoria de los mentores se realizará en el primer trimestre del 2023.
Los voluntarios, en articulación con sus actividades de práctica o pasantía, implementarán una serie de acciones educativas que han mostrado, en los resultados de investigaciones internacionales, tener impacto en la reducción de rezagos de aprendizajes y mejoramiento del bienestar socioemocional de estudiantes.
En estas investigaciones se evidencia que las familias y la comunidad tienen un rol fundamental en la mejora del rendimiento académico de estudiantes, así como en la superación de desigualdades sociales y educativas.
De acuerdo con Flecha (2015) tales estrategias pedagógicas están enmarcadas en el aprendizaje dialógico, un enfoque basado en las interacciones de calidad y en la participación de la comunidad como los factores más importantes en el proceso de aprendizaje.
Así, a través de principios como el diálogo igualitario, la inteligencia cultural, la solidaridad, la transformación, la igualdad de diferencias y la creación de sentido, el programa Viva la Escuela contribuirá a la mejora académica y al desarrollo de habilidades ciudadanas y socioemocionales como la empatía y el trabajo cooperativo.
“El propósito de Viva la Escuela no es otro que hacer de la Escuela el epicentro de la transformación social y cultural del país, para lo cual, es necesario que todos los sectores de la sociedad se movilicen por la educación en los territorios del país”, indicó el viceministro Bayona Rodríguez.
País justo y equitativo
“Sabemos del inmenso compromiso que tienen nuestros jóvenes con el cambio y su pasión por lograr que en Colombia haya una vida más digna. Por eso, esta es una buena oportunidad para que solidariamente aporten sus conocimientos, pero, sobre todo, sus anhelos de construir un país más justo y equitativo” manifestó el viceministro Bayona Rodríguez.
Para la Viceminstra Aurora Vergara el programa “promoverá la movilización de practicantes universitarios hacia las zonas rurales del país, con el objetivo de democratizar el conocimiento, promover la reducción de rezagos de aprendizaje en las escuelas y fortalecer la equidad territorial”.
“El voluntariado universitario nos permitirá potenciar el rol comunitario de la escuela y pondrá a la educación al servicio de la consolidación de la paz en los territorios”, añade la Viceministra.
El voluntariado y la formación en servicio no solo tienen efectos positivos en los estudiantes de las escuelas sino también en los propios estudiantes universitarios y los docentes que participan de este tipo de programas.
La evidencia es rica en mostrar que este tipo de iniciativas aumentan en los voluntarios su autoestima y compromiso social y cívico. Por su parte, los docentes participantes tendrán la oportunidad de actualizarse con sus colegas y contar con el apoyo de los voluntarios para implementar nuevas prácticas pedagógicas.
Todas estas acciones que se darán en el marco del programa Viva la Escuela, se suman al quehacer pedagógico de las instituciones educativas del país.
Esta gran movilización social por la educación se materializará en directa articulación con docentes, directivos docentes, familias, las universidades, las escuelas normales superiores y las Secretarías de Educación de todo el territorio nacional.
El voluntariado no busca en ningún momento reemplazar a los docentes actuales, por el contrario, pretende ser un apoyo para ellos en la difícil pero hermosa tarea de la enseñanza.