Las primeras vacunas contra el covid-19 son consideradas por expertos como el trampolín de una tecnología para vencer otras enfermedades.
De acuerdo con las opiniones de expertos, podrían tratar patologías que van desde el cáncer hasta dolencias cardíacas.
Las vacunas utilizan material genético llamado ARN mensajero para transformar eficazmente las propias células del cuerpo en fábricas de vacunas.
El enfoque nunca se había utilizado fuera de los experimentos clínicos, y lo bien que funcionó contra el coronavirus sorprendió incluso a algunos de sus patrocinadores más entusiastas.
Ahora, con una vacuna que obtuvo la aprobación de EU y la otra muy cerca de obtenerla, el combate a la pandemia podría abrir un campo completamente nuevo de la medicina.
“Ahora estamos entrando en la era de la terapéutica del ARNm”, dijo Derrick Rossi, un ex biólogo de células madre de la Universidad de Harvard.
“El mundo entero ha visto esto. Va a haber una mayor inversión y mayores recursos”, agregó Derrick.
De alguna manera, la pandemia global fue el campo de pruebas perfecto para la nueva tecnología.
El esfuerzo solo fue posible porque BioNTech y Moderna habían trabajado en ARN mensajero durante años.
La tecnología instruye a las células a producir cualquier tipo de proteína, transformándolas en pequeñas líneas de producción de medicamentos o vacunas.
Un gran inconveniente es que el ARN mensajero es frágil y debe llegar a las células antes de que el cuerpo lo descomponga.
En la vacuna contra el coronavirus, eso se hace usando una forma modificada de ARNm y recubriéndolo con nanopartículas grasas.