La Universidad del Norte organizó un taller para brindarle a los orientadores, psicólogos y educadores de colegios herramientas contra el fenómeno del ‘bullying’.
El objetivo es capacitar a más de 50 orientadores escolares de la región Caribe sobre cómo lograr un aula libre de ‘Bullying’.
Dichas herramientas les permitan abordar esta problemática de manera eficiente y actualizada.
Al respecto se refirió Cecilia Londoño, jefa de Admisiones de la Universidad del Norte.
Señaló que se organizan estos espacios de formación con el propósito de brindarles a los participantes conocimientos y escucharlos.
Al tiempo se apoya a los colegios en la formación de jóvenes de excelencia.
El taller fue dictado por Olga Hoyos, docente del programa de Psicología de Uninorte.
Abordó la temática del bullying y dio recomendaciones para lograr entre los estudiantes y el profesorado una sana convivencia escolar.
Hoyos abrió su presentación señalando que, para poder trabajar la convivencia escolar, se debe conocer el contexto en el que vivimos.
Variables
En este punto, la psicóloga empezó a hablar de las diferentes variables que intervienen en el contexto.
Abordó concentos como el macrosistema, en el que se enmarcan la cultura y los valores.
También se refirió al exosistema, que vendrían a ser los medios de comunicación.
Anotó que un mesosistema es la familia y los pares, y un microsistema se refiere al individuo.
Conociendo este contexto se puede hablar de convivencia escolar que, de acuerdo a Hoyos, “no es algo estable.
Se trata de una construcción colectiva y dinámica que contiene todos estos factores, y que supone diversos participantes y gestores.
En este sentido, se espera que en las instituciones educativas tengan una convivencia escolar en la que se favorezca la inclusión y que se tenga un entorno cuidador.
Esta psicóloga señala que a veces la convivencia escolar se puede ver afectada por ciertas agresiones que no necesariamente se tratan de bullying.
“En el colegio van a ocurrir distintas situaciones de agresión. Ninguna es deseable, pero no todas son bullying y es importante identificarlas y diferenciarlas”, anotó.
Indicó que tienen consecuencias diferentes para el desarrollo de la vida de los sujetos.
A veces los chicos participan en situaciones de agresión que no nos gustan, que no queremos que pase, pero pueden resolverlas por sus propios medios.
Se trata de conflictos, pero en el bullying hay una situación de desbalance de poder que lleva a la indefensión de la víctima.
En ese sentido es bien importante entenderlo, porque las consecuencias para todos los actores son fundamentalmente graves.
Conclusiones
La docente Hoyos concluyó su ponencia, señalando que se deben tener claras las diferencias para poder tomar un abordaje adecuado en tres ámbitos: el aula, la institución educativa y la familia.
En el aula se debe trabajar por lograr una atmósfera grupal en la que abunde la empatía, el reconocimiento y la expresión adecuada de las emociones.
Se debe lograr un aprendizaje cooperativo y dar una construcción de normas de convivencia.
En la institución educativa se debe formar un pensamiento crítico. Se debe capacitar a los integrantes en el uso adecuado de las tecnologías y en formas de interacción adecuadas.
Además, no se deben legitimar prácticas y agresiones en contra de las personas.
Con las familias se debe llevar un proceso de escuela de padres, en la que se ayude a fortalecer la relación padres-hijos.