La Procuraduría General de la Nación evidenció fallas en los controles y la prevención de contagio del coronavirus a los pasajeros que se movilizan por los muelles nacional e internacional del Aeropuerto El Dorado de Bogotá, tras una visita de verificación del cumplimiento de los protocolos establecidos por el gobierno, especialmente de tamizaje a viajeros.
Ante las alertas ciudadanas y de medios de comunicación, el jefe del ente de control, Fernando Carrillo Flórez, ordenó la noche del sábado que una comisión del Ministerio Público se desplazara a la terminal, donde se encontró que el personal de sanidad portuaria es insuficiente, sobre todo en la hora pico, entre las 7 y las 11 de la noche, teniendo en cuenta que diariamente arriban al país en vuelos internacionales un promedio de 9.000 mil pasajeros.
Para atender este volumen hay dos turnos de 8 auxiliares de enfermería, dos jefes de turno y dos epidemiólogos.
En la noche del sábado solo cuatro auxiliares de enfermería, asignadas por la Secretaria Distrital de Salud en los dos puestos de entrada a migración, realizaron toma de temperatura a viajeros provenientes del exterior, lo que resultó insuficientes, teniendo en cuenta que, según información suministrada por Migración Colombia, en horas pico llega un promedio de 34 vuelos, lo que conllevó a que no se hiciera control a todos los pasajeros. Se evidenció que viajeros pasaron por el lado de las auxiliares evadiendo el tamizaje, y que una de las auxiliares de enfermería presentaba tos.
Se evidenció que los ciudadanos que hacían la fila para el control migratorio se encontraban hacinados, sin guardar la distancia prudente para evitar un eventual contagio, y algunos oficiales de migración trabajaban sin tapabocas o lo portaban en el cuello, quedando en riesgo de un eventual contagio.
También se encontró que la sala anexa a la zona de migración, donde remiten a los viajeros de vuelos internacionales que arriban al país con sintomatología de enfermedad respiratoria, es un espacio es reducido, sin ventilación, tenía confinamiento de viajeros, algunos con tos y sin tapabocas.
El personal en tierra, específicamente de la aerolínea Avianca, sacaron viajeros de la fila para la toma de temperatura, sin que se les realizara la prueba, para evitar que perdieran conexiones con vuelos nacionales e internacionales. Estas auxiliares de vuelo no contaban con elementos de protección, como, por ejemplo, tapabocas.
No a todos los viajeros internacionales se les entregó la encuesta de condiciones de salud, lo que conllevó a que no se realizara el debido seguimiento.
En el muelle nacional, se evidenció una situación aún más compleja, por la no falta de información como pendones, avisos, ni campañas que orienten a los viajeros sobre las medidas de prevención frente al COVID-19, más allá de un corto video que eventualmente se emite en las pantallas de la terminal. Tampoco hay presencia de personal de sanidad portuaria tomando temperatura o haciendo algún tipo de prevención y seguimiento.
No se evidenció existencia de gel antibacterial para viajeros internacionales ni nacionales, en lugares estratégicos del aeropuerto.
Si bien los baños cuentan con jabón para el lavado de manos, en los verificados no se encontraron viajeros lavándose las manos, como tampoco personal de sanidad portuaria indicando que lo hicieran.
Para la Procuraduría resulta preocupante la presencia de bebederos automáticos de agua en los pasillos de desembarque de vuelos internacionales, y a lo largo del aeropuerto, por el riesgo latente de contagio a partir del contacto directo con estos elementos (boca -dispensador).
Así mismo, invita a las aerolíneas a informar en tierra y a los pasajeros en vuelo los controles que deberán atender de manera obligatoria a su llega al aeropuerto El Dorado, los cuales hacen parte de las medidas de contención establecidas por el Gobierno Nacional y las autoridades locales. (Oficina de Comunicaciones Procuraduría General de la Nación)