El gobierno publicó el decreto 1174 de 2020, según el cual busca garantizar una protección en su vejez a las personas que ganan menos de un salario mínimo.
Sin embargo, a los ojos de los críticos, es una reforma laboral ya que permitiría la contratación por horas para pagar menos del mínimo.
Los BEPS son Beneficios Económicos Periódicos, un sistema de ahorro voluntario para quienes ganan menos del mínimo.
El propósito es que cuando cumplan su edad de pensión puedan tener un ingreso mensual que claramente será inferior al SMLV.
Con este decreto los BEPS se convierten en un aporte obligatorio para el empleador, quien debe pagar el 15% de lo que gane su empleado.
A esto Duque lo llamó “piso de protección social” (PPS).
La interpretación de las centrales obreras es que esto hará que todo el que gane menos del salario mínimo se afilie obligatoriamente al PPS.
No lo harán al sistema “normal” que es la salud contributiva, el sistema general de seguridad social y el sistema de riesgos laborales.
Es decir, argumentan que los trabajadores quedarán desprotegidos.
La senadora Angélica Lozano sostuvo que esto es básicamente legalizar pagos inferiores al mínimo y promover la contratación por horas.
Además, aseguró que todos los que entren al PPS harían parte del sistema subsidiado de salud.
O sea, no tendrían pago por incapacidades por enfermedad o licencias de maternidad o paternidad.
