domingo, noviembre 24, 2024
Justicia

Policía colombiano se declara culpable en Miami por traición a la DEA

El policía colombiano Juan Pablo Mosquera cambió llegó a un acuerdo en una corte federal de Miami antes de ir a juicio por dos cargos de obstrucción de la justicia.

El arresto de Mosquera en 2018 y su posterior extradición a Estados Unidos constituyó otro “hecho bochornoso” para Administración de Control de Drogas (DEA).

Es otro caso de agentes corruptos y fugas mortales de información entre unidades policiales de otros países a las que da apoyo la DEA.

Mosquera estuvo asignado a una unidad sometida a fuertes controles y supervisada por el programa de “Unidades de Investigación Sensible” de la DEA.

Al colombiano lo acusaron de intentar vender información sobre lo que creyó sería una acusación inminente de narcotráfico contra un estadounidense.

Contacto con pariente

Un pariente del policía lo puso en contacto con Juan Carlos Dávila Bonilla, un colombiano a quien declararon culpable de distribuir cocaína en Alemania e Italia.

Ambos se reunieron cerca de la ciudad de Cali en 2018 y Mosquera le compartió información sobre una pesquisa de la DEA acerca de un estadounidense.

Cuando la DEA se enteró de que Mosquera intentaba vender información viajaron a Cali y le dieron información falsa.

“Poco después de conocer esta información, Mosquera le avisó a Dávila Bonilla lo que le dijo la DEA.

Antes de su arresto, Mosquera había ascendido constantemente en las filas de la policía de Colombia, ganándose los elogios de sus superiores.

Investigación en el extranjero

El programa de unidades bajo alta supervisión de la DEA fue establecido para efectuar investigaciones en países extranjeros productores de droga.

Opera así porque los que los agentes estadounidenses son huéspedes y enfrentan más restricciones.

Estas unidades efectuaron algunos de los decomisos más grandes del mundo y arrestaron a centenares de jefes del narcotráfico.

Desde que comenzó a finales de la década de 1990, el programa se amplió a más de 20 países, entre ellos Tailandia y Kenia.

Sin embargo, el inspector general de Estados Unidos criticó a la dirección de la DEA por no supervisar adecuadamente a sus socios policiales extranjeros.