Una auxiliar de enfermería, de 25 años, fue la primera en recibir la vacuna en el hospital departamental dentro del plan de Vacunación para el Atlántico. Se trata de Dayana Hernández.
Con ocho años trabajando en el área de UCI, ella entró a laborar en el Cari en junio del año pasado, en el centro especializado para la atención de pacientes con Coronavirus.
Comenzó en el momento más crucial de la pandemia en el departamento y hoy es la primera persona del cuerpo médico de la Red Hospitalaria del Atlántico en recibir la vacuna.
Un total de 564 vacunas llegaron en la primera etapa del Plan de Vacunación, cuyas próximas jornadas serán en Puerto Colombia, Soledad, Baranoa y Sabanalarga.
“Cuando me enteré que iba a ser la primera en recibir la vacuna sentí muchos nervios, pero a la vez sentí un alivio” fueron sus primeras palabras.
Para ella significa tranquilidad y es un privilegio ser una de las primeras personas en vacunarse y ser un ejemplo para la comunidad.
Su consejo a todas las personas es que se vacunen. “Sé que muchos tienen dudas, pero es mejor estar protegidos que caer en una cama y puede que no se salven”, relata.
Los comienzos en el Cari
Una vez se inició la operación del centro asistencial, a mediados de 2020, la joven empezó labores sin saber a qué se enfrentaría.
Servir es su vocación, por eso siempre supo lo que quería ser. Sin embargo, una situación de salud de su hijo de 4 años de edad la hizo dudar de si debía continuar o no.
Tras la duda, su convicción la mantuvo segura y decidida a cuidar con su vida a pacientes y a su pequeño Alan Samuel.
Aunque se expone al riesgo de manera permanente, por el contacto directo con sus pacientes, hasta ahora no ha contraído el virus, ni los miembros de su familia.
“Tengo contacto casi que, a diario con todos los pacientes positivos y sospechosos, me he realizado pruebas cada mes y todas han salido negativas”, agregó.
Dayana cumple turnos de 12 horas continuas, unas veces de día y otras de noche, descansa dos veces a la semana, tiempo que emplea para compartir en familia y realizar diligencias personales.
Para ella, lo vivido en el Cari ha marcado su vida, tanto, que es consciente de la necesidad de vacunar a las personas, para controlar el virus y retornar a la normalidad.
Vacunarse es la mejor solución
Cuenta que no ha sido fácil despedir a pacientes que ingresan con la esperanza de regresar pronto a casa y que hoy ya no están.
Explica que ha sido una experiencia dolorosa, porque le ha tocado recibir pacientes que llegan con dificultad respiratoria, que llegan con poca saturación de oxígeno, pidiendo ayuda.
“Nosotros damos lo mejor para ayudarlos y que puedan salir adelante. Es muy duro tener que regresar en un próximo turno y saber que el paciente ya no está porque ha fallecido”.
Igualmente, que el paciente fallezca en su propio turno. “Eso ha sido una de las cosas más dolorosas que me ha tocado vivir, ver morir pacientes a diario no es fácil”.
Sus pacientes la esperan en cada turno, porque su fortaleza y optimismo les hace pensar que el Coronavirus no los detendrá y que aún existe un camino por recorrer.
Yo nunca he tenido ninguna duda y, si he decidido vacunarme es porque sé que es la solución para todos, para que volvamos a tener una vida normal”.
Habla de normal, entre comillas, porque “de esta pandemia hemos aprendido bastante y creo que la forma de vivir de cada uno nos va a cambiar por completo”, aseguró.
Seguir cuidándose es su mensaje a la comunidad: cumpliendo estrictamente las medidas de autocuidado, usar el tapabocas fuera de casa, lavar las manos frecuentemente y guardar la distancia.
El Atlántico está listo para ejecutar el Plan Nacional de Vacunación con el almacenamiento, distribución y aplicación de las dosis que reciba del Gobierno Nacional, anunció la gobernación.