Un nuevo informe de la ONU reveló que, a pesar de que el Índice de Desarrollo Humano (IDH) 2023-24 registró un récord, las disparidades entre los que tienen y los que no tienen son cada vez mayores.
El Índice de Desarrollo Humano (IDH) 2023-24 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) se sitúa en un nuevo máximo tras el pronunciado descenso registrado en 2020 y 2021 debido a la pandemia de COVID-19.
Pero mientras los países ricos experimentaron un desarrollo sin precedentes, la mitad de las naciones más pobres del mundo siguen languideciendo por debajo de sus niveles anteriores a la crisis de la COVID.
Clasificación por países
Según el Informe sobre Desarrollo Humano 2023-24, Suiza, Noruega e Islandia encabezan los índices nacionales de desarrollo humano, mientras que la República Centroafricana (RCA), Sudán del Sur y Somalia son los más rezagados.
El más rico del mundo, Estados Unidos, ocupa un sorprendente vigésimo lugar en la clasificación, lo cual se debe a que el Índice de Desarrollo Humano tiene indicadores de desarrollo que van más allá de la mera renta per cápita y tiene en cuenta factores como la esperanza de vida y la educación.
En América Latina, Chile encabeza la lista en el puesto 44, seguido por Argentina con el 48 y Uruguay en el 52. En el final de la clasificación se sitúan El Salvador, con el puesto 126, Nicaragua, con el 130, Guatemala, con el 136, y cerrando la lista Honduras, en el 138.
Nos quedamos cortos
“La creciente brecha de desarrollo humano revelada por el informe muestra que la tendencia de dos décadas de reducción constante de las desigualdades entre países ricos y pobres se está invirtiendo”, declaró Achim Steiner, administrador del PNUD.
“A pesar de que nuestras sociedades mundiales están profundamente interconectadas, nos estamos quedando cortos. Debemos aprovechar nuestra interdependencia, así como nuestras capacidades, para hacer frente a nuestros retos compartidos y existenciales y garantizar que se cumplan las aspiraciones de las personas”, añadió, señalando el importante coste humano que hay detrás de las estadísticas.
“El fracaso de la acción colectiva para avanzar en la acción sobre el cambio climático, la digitalización o la pobreza y la desigualdad no solo obstaculiza el desarrollo humano, sino que también empeora la polarización y erosiona aún más la confianza en las personas y las instituciones en todo el mundo.”
Paradoja democrática
El informe también identifica una “paradoja democrática” emergente, ya que la mayoría de los encuestados expresaron su apoyo a la democracia, pero también respaldaron a líderes que pueden socavar los principios democráticos.
Esta paradoja, unida a una sensación de impotencia y falta de control sobre las decisiones del gobierno, ha alimentado la polarización política y los enfoques políticos introspectivos.
Esto es particularmente alarmante a la luz de las temperaturas récord de 2023, que ponen de relieve la necesidad inmediata de una acción unida para hacer frente a la crisis climática, combinada con la nueva frontera tecnológica de la Inteligencia Artificial (IA), que evoluciona rápidamente y tiene pocos guardarraíles reguladores, según el organismo de la ONU.
Porqué el aumento de la desigualdad
¿Por qué se ha invertido la tendencia de dos décadas de reducción constante de las desigualdades entre países ricos y pobres?
El análisis del informe permite estructurar la respuesta a esa pregunta en las siguientes razones:
Conflictos: El informe destaca que estamos en una nueva era con el nivel más alto de conflictos armados de base estatal desde 1945, marcado por un aumento de los conflictos unilaterales dirigidos contra civiles, un aumento significativo de las víctimas mortales de la guerra y un aumento de las personas desplazadas por la fuerza a un máximo histórico de 108 millones en 2022, más de dos veces y media el nivel de 2010
COVID-19: La pandemia provocó pérdidas permanentes, incluidos aproximadamente 15 millones de vidas, y ha proyectado una larga sombra sobre el desarrollo humano. Los países pobres, a menudo con sistemas sanitarios y redes de seguridad social menos resistentes, han sido especialmente vulnerables a estos impactos
Recuperación desigual tras la pandemia: los países desarrollados se han recuperado mucho más rápido que los países menos desarrollados. Por ejemplo, mientras que los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se han recuperado totalmente, se estima que sólo alrededor de la mitad de los Países Menos Adelantados lo habrán hecho para 2023
Desigualdad: La desigualdad en el acceso a las tecnologías y los recursos ahonda la brecha entre los que tienen y los que no tienen, dificultando la capacidad de recuperación y avance de los países con mayor desigualdad
Cambio climático: El cambio climático sigue exacerbando las desigualdades, y los países y comunidades más pobres son los más afectados. La falta de avances sustanciales en la acción climática mundial agranda aún más la brecha entre las naciones ricas y las pobres
Respuestas insuficientes: A pesar de poseer importantes riquezas y capacidades tecnológicas para abordar retos globales sin precedentes, las respuestas del mundo han sido inadecuadas, lo que dificulta cada vez más la búsqueda del desarrollo sostenible y la paz
Falta de cooperación mundial: La cooperación mundial se ha visto obstaculizada por las tensiones geopolíticas y la falta de una gobernanza eficaz a escala internacional. Esto ha hecho más difícil abordar los retos mundiales que afectan desproporcionadamente a los países y las personas más pobres
Polarización: La polarización en las distintas esferas de la sociedad plantea importantes retos a la cooperación nacional e internacional, afectando a todos los ámbitos, desde la política hasta la salud pública
Aumento del populismo: El auge del populismo y el nacionalismo en muchas partes del mundo ha dado lugar a políticas que dan prioridad a los intereses nacionales sobre la cooperación y la equidad mundiales. Esta tendencia socava los esfuerzos por reducir las desigualdades entre las naciones
Tratar el bienestar común
Steiner destacó además que en un mundo marcado por una creciente polarización y división, descuidar la inversión mutua supone una grave amenaza para nuestro bienestar y seguridad.
“Los enfoques proteccionistas no pueden abordar los retos complejos e interconectados a los que nos enfrentamos, como la prevención de pandemias, el cambio climático y la regulación digital”, afirmó.
Añadió que los problemas interconectados requieren soluciones interconectadas.
“Adoptando una agenda impulsada por las oportunidades que haga hincapié en los beneficios de la transición energética y de la Inteligencia Artificial para el desarrollo humano, tenemos la oportunidad de salir del estancamiento actual y reavivar el compromiso con un futuro compartido.”
La era de la polarización
El Secretario General de la ONU, António Guterres, también se refirió a las crudas conclusiones reveladas por el Informe sobre Desarrollo Humano, señalando que, si bien exploraba las raíces de la polarización y su devastador impacto sobre el desarrollo sostenible, también demostraba “nuestra mejor esperanza para el futuro”.
El documento “llama a la expansión urgente de nuestros sistemas de cooperación internacional, para que puedan cumplir las prioridades de la gente: desarrollo sostenible, un medio ambiente limpio, un planeta habitable, seguridad, protección y dignidad para todos”, afirmó el máximo responsable de la ONU.
También destacó la importancia de la Cumbre del Futuro, que se celebrará en septiembre.
“Mientras nos preparamos para la Cumbre, recomiendo el Informe sobre Desarrollo Humano como una contribución importante. Demuestra que las soluciones a los problemas globales están a nuestro alcance, rediseñando la cooperación y uniéndonos por un mundo mejor”, añadió.