“La sequía está a punto de convertirse en la próxima pandemia y no hay vacuna para curarla”, por lo que se debe actuar inmediatamente.
Así lo advirtió la representante especial de las Naciones Unidas para la reducción del riesgo de desastres (UNDRR), Mami Mizutori.
La UNDRR publicó su “informe especial sobre la sequía de 2021”.
Indica que, en lo que va del año, las sequías provocaron pérdidas financieras de cerca de 124.000 millones de dólares.
Desde 1998 hasta 2017, afectaron hasta a 1.500 millones de personas.
La advertencia de Mizutori se da porque en el estudio consideran que hay “subestimaciones brutas”.
Es decir, que no incluyen el impacto de las sequías en los países en vía de desarrollo y de regiones en las que ya se lucha contra la escasez de agua.
Bajo pronóstico de Naciones Unidas, si el mundo continúa con las altas emisiones de carbono, unos 130 países podrían enfrentar más riesgo de sequías.
Otros 23 países deberán luchar con la escasez de agua por el aumento de la población y 38 sufrirían ambos problemas.
La ONU también pronostica sequías más graves y constantes en buena parte de Estados Unidos, Sudamérica, Centroamérica, Asia Central, sur de Europa y África.
