José Luis Bula Vidal, nunca imaginó qué pasaría 40 años después de llegar a trabajar al Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz para asumir el cargo en la Oficina de Meteorología, adscrito al Himat.
Jamás pensó que estaría informando sobre el estado del tiempo en Colombia, tratando de entender el cambio climático, desde Barranquilla.
Nacido en Neiva, Huila hace 59 años, logró ingresar al Instituto Colombiano de Hidrología, Meteorología y Adecuación de Tierras, HIMAT, luego de cumplir un proceso de formación en Bogotá con otros aspirantes.
Los de mejor desempeño los enviaban a aeropuertos internacionales, por eso aterrizó en Barranquilla, ciudad que no conocía, un primero de abril.
Han sido 40 años ininterrumpidos trabajando para el Estado, inicialmente en el Himat, luego el Inat, adscritos al ministerio de Agricultura y desde 1995 en el Ideam, a cargo del ministerio de Ambiente.
Y como dice la canción ” en Barranquilla me quedo”, a pesar de haber nacido en el interior del país, de madre opita, la sangre cordobesa de su padre le permitió adaptarse a la metrópolis caribeña.
Le gustó el sabor costeño de su gente y se quedó en su nueva ciudad, a formar su familia, disfrutar del carnaval y desfilar por la Vía 40, en Batalla de Flores y Gran Parada.
Son muchas las anécdotas vividas en el desempeño de su cargo.
“como el día en que estuve a punto de ser impactado con el arma de un agente de la seguridad del Presidente de Estados Unidos, George Bush, padre”.
En su visita a Colombia, a la misma hora del aterrizaje del avión presidencial norteamericano, le correspondía dirigirse en moto a la Estación de Meteorología, ubicada al final de la pista de aterrizaje.
Se sueña viajando por el mundo
Le ha tocado informar el estado del tiempo muchas veces, pero siempre le afecta emocionalmente hablar sobre los desastres que dejan tornados y huracanes, cuando hay víctimas humanas.
Su manera de explicar los eventos atmosféricos le permitió interactuar con los medios de comunicación local, entregando información sobre el estado del tiempo diario, antes que la vocería se centralizara en Bogotá.
A José Luis, aún le faltan más de dos años para pensionarse, y ahora, con motivo de la pandemia por el covid-19, su trabajo lo realiza desde casa, usando los medios electrónicos.
Con cuatro décadas en este oficio, se siente privilegiado, porque además de estabilidad laboral, su puesto le ha permitido conocer a todo tipo de personas.
José Luis Bula cumplió su sueño de ser ascendido a pronosticador en el Ideam, entidad técnica del gobierno nacional. Anhela gozar de su pensión conociendo otros países.
Después de ir a Estados Unidos en unas pasadas vacaciones, espera ser como los miles de viajeros que durante 40 años ha visto desfilar por el Cortissoz.
José Luis, un soñador que eleva su mirada al cielo para darle gracias a Dios por sus bendiciones, y también, para explorar las nubes y descubrir sus misterios.
José Luis Bula Vidal, un opita con sangre costeña.