Durante seis meses, 71 empresas del Reino Unido adelantaron una prueba piloto de una semana laboral de 4 días en la que buscaban determinar si la productividad mejoraba, empeoraba o se mantenía igual. La conclusión fue que es un modelo exitoso.
Los datos revelados por las autoridades indican que la semana laboral de cuatro días resultan en una reducción de los índices de estrés y enfermedad de los empleados. 7 de cada 10 empleados dijeron tener menos agotamiento y 4 de cada 10 dijeron estar menos estresados.
Los beneficios no fueron solo para los trabajadores dado que buena parte de las empresas mantuvieron los objetivos de productividad. Las bajas por enfermedad se redujeron en un 65% y también cayeron en un 57% la cantidad de empleados que renunciaban.
Las ganancias aumentaron un 1,4% en promedio durante los seis meses de la semana laboral de 4 días.
Dados los beneficios de la jornada laboral de 32 horas semanales, de las 71 empresas, 61 decidieron continuar con el plan piloto y de estas, al menos 20, tomaron la decisión de continuar permanentemente con la semana laboral de cuatro días.