Ramón Palomino aceptó que se hacía pasar por su hermano, el general (r) Rodolfo Palomino, para estafar a familias pobres.
Después de su captura aceptó que cometió estafa, hurto calificado, fraude procesal, concierto para delinquir, usurpación de bienes y uso de documento público falso.
Además, también acepto ser el líder de la banda Los Oportunistas, quienes se encargaban de cometer estos crímenes.
La captura se realizó por las denuncias que hicieron tres familias, donde aseguraban que les habían quitado su casa de manera irregular.
La Fiscalía comprobó que la banda hacía labor de inteligencia para encontrar las viviendas que podían robar.
Falsificaban documentos para hacer sus operativos, luego le entregaban el dominio de esas casas a sus compañeros para que se las dieran a terceros.
Ramón Palomino ya había sido condenado y detenido entre 2004 y 2008 por delitos asociados con estupefacientes.
El general (r) Palomino dijo que él no habla con su hermano desde 1992, pero que igual le dolía lo sucedido y que estaba del lado de la justicia.