Una gran filtración de documentos muestra cómo algunos países están tratando de cambiar un informe científico sobre cómo abordar el cambio climático.
La filtración revela que Arabia Saudita, Japón, Australia, Argentina y Brasil se encuentran entre estos países.
Pidieron a la ONU que minimice la necesidad de dejar de usar rápidamente de los combustibles fósiles.
También muestra que algunas naciones ricas están cuestionando pagar más a los estados más pobres para ayudarlos a adoptar el uso de tecnologías de energías más limpias.
Estas gestiones de cabildeo plantean interrogantes para la cumbre climática COP26, prevista para realizarse en Glasgow en noviembre.
Los documentos filtrados consisten en más de 32.000 presentaciones escritas realizadas por gobiernos, empresas y otras partes interesadas.
Científicos de la ONU
Intentaron influir en el equipo de científicos que compila el informe de la ONU diseñado para reunir la mejor evidencia científica sobre cómo abordar el cambio climático.
Estos “informes de evaluación” son elaborados cada seis o siete años por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático.
Este es el organismo de la ONU encargado de evaluar la ciencia del cambio climático.
Los gobiernos utilizarán el informe para decidir qué acciones se necesitan para abordar el cambio climático.
Será un documento crucial para las negociaciones en la conferencia de Glasgow.
La autoridad de estos informes se deriva en parte del hecho de que prácticamente todos los gobiernos del mundo participan en el proceso para elaborarlos y llegar a un consenso.
Los comentarios de los gobiernos están orientados de forma abrumadora en un sentido constructivo y con miras a mejorar la calidad del informe final.
La filtración muestra que varios países y organizaciones argumentan que el mundo no necesita reducir el uso de combustibles fósiles tan rápido como recomienda el borrador actual del informe.
Asesor de Arabia Saudita
Se conocieron versiones de un asesor del Ministerio de Petróleo de Arabia Saudita.
Exige que “frases como ‘la necesidad de acciones de mitigación urgentes y aceleradas a todas las escalas…’ deberían eliminarse del informe”.
Un alto funcionario del gobierno de Australia rechaza la conclusión de que es necesario cerrar las centrales eléctricas de carbón.
Sin embargo, poner fin al uso de carbón es uno de los objetivos declarados de la conferencia COP26.
Arabia Saudita es uno de los mayores productores de petróleo del mundo y Australia es el principal exportador de carbón.
Argentina, Noruega y la OPEP también están en desacuerdo con la declaración.
Noruega argumenta que la ONU deberían contemplar la posibilidad de la CAC como una herramienta potencial para reducir las emisiones de combustibles fósiles.
La OPEP también pide eliminar la frase “el activismo de los grupos de presión, protegiendo los modelos comerciales de extracción de rentas, evita la acción política”.
Brasil y Argentina argumentan firmemente en contra de que es necesario reducir el consumo de carne para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Estas naciones de Suramérica son dos de los mayores productores de productos cárnicos y cultivos de alimentos para animales en el mundo.