jueves, noviembre 21, 2024
EducaciónLocal

En Barranquilla bajan homicidios y suben extorsiones y hurtos

En comparación con el 2021, en la ciudad crecieron los casos de hurtos durante el 2022 en la mayoría de sus modalidades: a personas (41 %), a entidades financieras (109 %), a comercios (17 %) y a automotores (21 %); mientras que la extorsión registró un aumento de 150 %, al pasar de 157 a 392.

Así lo señala el “Balance de seguridad ciudadana en Barranquilla y su área metropolitana en el año 2022” presentado por el investigador académico Janiel Melamed, director del Observatorio de Seguridad Ciudadana de la Universidad del Norte.

Las cifras, tomadas del Observatorio del Delito de la Dijin de la Policía Nacional, revelan que los otros dos delitos que crecieron en número de casos son: lesiones personales (11 %) y violencia intrafamiliar (18%).

A diferencia de estos resultados, en la ciudad disminuyeron los homicidios (-6%), el hurto a residencias (-5%), el hurto a motocicletas (-24 %), secuestros (-62 %) y delitos sexuales (-30 %).

En el caso de homicidios, Barranquilla mantiene una tasa de 25,4 por cada 100 000 habitantes, por debajo de ciudades equiparables en la región Caribe, como Cartagena (33,5) y Santa Marta (34,6).

En Malambo y Puerto Colombia

El informe señala que, pese a la reducción de homicidios en Barranquilla y Soledad, en otros municipios del Área Metropolitana se evidenció un repunte en los registros de homicidios, puntualmente en Malambo (52 %) y Puerto Colombia (89 %).

De acuerdo con Janiel Melamed, director del Observatorio de Seguridad Ciudadana, Barranquilla y su área metropolitana se han convertido en escenario de confrontación entre estructuras criminales, lo que ha derivado en la consolidación de altos índices de homicidios en los últimos años.

“Estas estructuras criminales se han distribuido espacialmente a lo largo del departamento, especialmente en municipios con menores capacidades institucionales, ya sea sobre la banda oriental, en Soledad, Malambo o Santo Tomás, o sobre la banda costera, en Puerto Colombia o Tubará”, agrega.

La extorsión en la ciudad representa otro de los mayores desafíos. El balance refleja un comportamiento preocupante, dice el informe, si se considera el subregistro que caracteriza a este delito, el desconocimiento por parte de las autoridades sobre el detalle de este fenómeno y la falta de eficacia de las estrategias implementadas para contrarrestarlo.

Este delito tiene como principales víctimas a tenderos y operadores del sistema de transporte, a quienes diversos criminales los condicionan a realizar pagos periódicos para evitar represalias y que puedan desarrollar sus actividades económicas.

“La ausencia de estudios que permitan entender las dinámicas de la extorsión en Barranquilla, limita las acciones de las autoridades para mitigarlo. Ni la administración distrital saliente ni el nuevo Gobierno Nacional podrán consolidar una gestión exitosa de la seguridad y la convivencia en la ciudad mientras no vean los homicidios y le extorsión como síntomas de un complejo proceso de fortalecimiento, expansión y transformación en el accionar del crimen organizado”, comenta Melamed.

Hurtos, un desafío transversal

Es quizás el delito que más preocupa a la ciudadanía en la agenda de seguridad. Las más de 15 000 denuncias de hurtos contra la propiedad particular en 2022, con un incremento de 41 % respecto al año anterior, enciende una alerta que no pasa desapercibida; mucho menos la especialización alrededor del hurto a entidades financieras, que registró 23 casos en 2022, frente a 11 en 2021.

“Si bien el panorama puede ser similar a otras ciudades capitales, las autoridades distritales no podrán mejorar la percepción de seguridad mientras persista la ineficacia de las respuestas institucionales frente a este delito y mientras sus impactos condicionen la integridad y el patrimonio de todos los ciudadanos”, indica el profesor en el informe.

Recomendaciones

El informe cierra con recomendaciones para hacer frente a las principales problemáticas que enfrenta la ciudad y su área metropolitana en seguridad.

En primer lugar, sugiere una reorientación de la política de seguridad y convivencia: se deben definir prioridades de actuación en materia estratégica, operativa y táctica de la política pública en coordinación con las autoridades policiales, militares y judiciales.

En segundo lugar, es necesario contener el crimen organizado y sus expresiones, para lo que se debe estructurar una estrategia de intervención que tenga como eje la actuación judicial, con especial foco en municipios como Soledad, Malambo o Puerto Colombia.

Finalmente, el informe enfatiza la necesidad de establecer una hoja de ruta frente a los riesgos de la propuesta de paz total del Gobierno Nacional, que ha generado dudas en cuanto a la gestión de riesgos derivados de esta apuesta política, dado que una agenda de negociación y sometimiento abre la puerta a procesos de fortalecimiento del crimen organizado.