Un lugar mágico donde convergen la flora y la fauna. Así se proyecta el Ecoparque Mallorquín, uno de los ecosistemas más valiosos que tiene la ciudad de Barranquilla y que promete ser un gran impulsor de cambios sociales, económicos, turísticos y ambientales.
La ciénaga de Mallorquín es una laguna costera ubicada en el extremo norte de Barranquilla, donde la riqueza de la vida natural es evidente con 15 especies de animales invertebrados marinos, 9 de peces, otras tantas de anfibios, 7 de reptiles y 81 de aves. Además, se han contabilizado 4 especies de mangles.
El proyecto, que está pensado para el disfrute a través de recorridos ecológicos por senderos entre el manglar y el agua de la ciénaga, permitirá a los visitantes locales, nacionales y extranjeros hacer avistamiento de aves, transitar por la bicirruta, realizar deportes náuticos, actividades culturales, disfrutar de la gastronomía que ofrecerán en la zona de restaurantes, una piscina natural y un muelle.
Primera biodiverciudad
La recuperación de la ciénaga de Mallorquín es el proyecto ambiental más ambicioso que se desarrolla en la región Caribe, y que le apunta al crecimiento del ecoturismo y el conservacionismo, de la mano de la visión de convertir a Barranquilla en la primera biodiverciudad de Colombia.
Además, se complementa con la recuperación de la playa de Puerto Mocho y el tren turístico de Las Flores, así como de la primera oferta turística y de transporte a través del río Magdalena con el RíoBus.
El alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo Heins, ha destacado las bondades del proyecto al afirmar que el Ecoparque de la ciénaga de Mallorquín “nos va a plantear una visión del tipo de ciudad que tenemos que tener, una ciudad que aprovecha el medioambiente y que, a través de él, puede generar empleo, calidad de vida, crecimiento económico, sitios de esparcimiento y muchas otras cosas”.
De acuerdo con Pumarejo, esta es la ciénaga de la vida y se le está dando la mano que necesita, reconociéndola y mostrándosela a los barranquilleros y al mundo, por ser este un proyecto de ciudad y de país.
Recuperación del cuerpo de agua
Descontaminar el cuerpo de agua es fundamental para lograr el equilibrio del ecosistema, es por eso que la Alcaldía distrital y la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA) iniciaron el proceso con un método innovador basado en la naturaleza.
Se trata del uso de microalgas cultivadas en este humedal, las cuales se encargan de disminuir las concentraciones de los contaminantes del recurso hídrico, sin necesidad de otros métodos químicos que alteran el ecosistema.
Con esto, se logra mejorar las condiciones de calidad del recurso hídrico como el olor y color, para mantener el equilibrio natural de las especies nativas como moluscos y peces.
Habitantes de Las Flores y La Playa
Entre las poblaciones mayormente beneficiadas con la recuperación de la ciénaga se encuentran los habitantes de Las Flores y La Playa, quienes por años se han dedicado a la pesca artesanal.
Los pescadores, además de ejercer sus labores habituales de pesca en un entorno más protegido, también podrán dedicarse a actividades complementarias ecoturísticas, como el servicio de hostales, al tener una mayor afluencia de turistas.
Para esto, la Alcaldía de Barranquilla realiza un trabajo articulado con la comunidad, del cual -entre los primeros resultados- está la entrega que les hizo la Administración distrital de un nuevo muelle que facilitará las actividades diarias de pesca y turismo en la zona.
El Distrito también les dio acceso a formaciones para que mejoren sus habilidades de pesca, así como cursos orientados al aprendizaje en la operación ecoturística para que sean ellos quienes ofrezcan tours de avistamiento de aves, tours para aprender a pescar y demás actividades que se generarán, no solo en la zona de Mallorquín, sino también en la playa de Puerto Mocho.