332 casos positivos y tres muertes es el balance, a la fecha, del covid-19 en las cárceles colombianas, que ha hecho presencia en seis centros de reclusión: la cárcel de Villavicencio (Meta), Picaleña en Ibagué (Tolima), Leticia (Amazonas), La Picota, de Bogotá, Las Heliconias en Florencia (Caquetá) y en la de Guaduas (Cundinamarca).
La situación de contagios es muy delicada en Villavicencio, donde fue reportado el primer caso, un recluso que murió por el virus, al igual que otros dos casos, en días posteriores. Hasta el momento han sido confirmados 314 casos en el penal y la situación se ha extendido a otras cárceles del país, a donde han sido trasladados internos.
Los casos en Villavicencio
Desde que se conoció del primer fallecimiento en cárceles, diariamente se confirman nuevos casos de internos, guardianes, personal de la salud y familiares, de unos y otros, que luego de la prueba resultan positivo para coronavirus. Ayer el Instituto Nacional de Salud (INS) reportó cuatro nuevos contagios.
Además de población carcelaria, en Villavicencio están confirmados una veintena de guardianes, la auxiliar de enfermería y la enfermera jefe (único personal de salud), el jefe de cocina y el chef de la prisión. Familiares de los anteriores, también han dado positivo para el nuevo virus.
Tres fallecidos
El INS reporta la primera muerte dentro de la población carcelaria, el pasado nueve de abril, un hombre de 63 años con antecedente de enfermedad respiratoria que estaba detenido en Villavicencio. Salió en libertad el primero de abril, fue recluido en el hospital local y allí murió el 5 de abril.
Dos días después, se confirmó la primera muerte de un recluso bajo vigilancia del Inpec, un hombre de 78 años, con antecedente de enfermedad respiratoria. El 17 de abril, se da el deceso de otro detenido, que estaba hospitalizado desde comienzos de abril.
Situación en otras cárceles
El balance en cárceles da cuenta de cinco casos en la cárcel de Florencia, dos funcionarios del Inpec y tres reclusos. En la cárcel Picaleña de Ibagué, se confirmó el primer contagio de COVID-19, un interno que en las últimas semanas había llegado trasladado de Villavicencio. En la cárcel de Leticia (Amazonas) hay un caso positivo, se trata de un guardián que estuvo recientemente en Brasil. También, en la cárcel de Guaduas (Cundinamarca), un interno que fue trasladado en las últimas semanas de Villavicencio. Se confirmó que la cifra de contagios en La Picota ascendió a cinco, reclusos, llegados del Meta.
Drama en penales colombianos
Mientras organizaciones de derechos humanos habían anticipado, hace algunos meses, el peligro de un contagio masivo por el covid-19 en los penales del país, ante el avance mundial de la pandemia, a comienzos de mes fueron contenidos motines en las principales cárceles del país, en protesta por las malas condiciones sanitarias y el hacinamiento. El gobierno nacional comenzó traslados a otros sitios de reclusión, de los presuntos autores de las protestas, argumentando que tenían, además, planes de fuga.
Con un hacinamiento del 50 y el 150% en las 132 cárceles de Colombia, en el caso de Villavicencio, están recluidas 1.782 personas, pese a tener capacidad para 800 internos. A esto se suma, la falta de condiciones médicas e higiénicas que prevengan el contagio masivo y aún las deficiencias en la calidad y cantidad de comida que se da a los presos, según denunció el gobernador del Meta, Juan Guillermo Zuluaga. Ni la guardia tiene los elementos de bioseguridad suficientes.
Medidas urgentes y efectivas para proteger a estos privados de la libertad, una de ellas el traslado de quienes tienen más de 70 años o cumplen los requisitos establecidos en el decreto presidencial para disminuir el hacinamiento; piden los reclusos, estamentos como la Defensoría del Pueblo y las ongs sociales.
“No tenemos libertad, pero sí dignidad” es el clamor de los privados de la libertad quienes piden poder regresar a casa sanos y salvos, una vez cumplan su pena. Tal como se originó en los motines en todo el país, hoy, quienes habitan las cárceles, temor ser contagiados, mantienen protestas, presos del temor por el contagio y desde hace tres días algunos entraron en desobediencia pacífica y huelga de hambre.
