Un grupo de investigadores estudió las consecuencias de las medidas de restricción que aplicaron 15 países durante la propagación del covid-19.
Descubrió que la población de países que intentaron controlar la transmisión, se afectó más por el virus que de los que intentaron suprimir la transmisión.
Los resultados de la investigación los publicó la revista The Lancet Public Health.
Dan cuenta que los impactos en la salud mental asociados con los encierros fueron peores para las mujeres.
Especialmente para aquellas que vivían en hogares con niños dependientes en comparación con los hombres de todas las edades.
Los investigadores combinaron datos de rigurosidad de política diaria con cifras de salud mental capturados quincenalmente en 15 países.
Estudiaron a más de 20.000 personas en Australia, para comparar su salud mental en el estado de Victoria durante el confinamiento en relación con la del año anterior a la pandemia.
Los resultados arrojaron que las mujeres tenían más probabilidades de sufrir consecuencias de salud mental que los hombres.
Especialmente aquellas entre 20 y 29 años de edad.
La causa es que en algunos países se implementaron políticas de contención severas.
Lo anterior condujo a una pérdida de conexión social, a una mayor angustia psicológica y evaluaciones de vida más bajas.