Mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) declara el fin de la emergencia de salud pública causada por la COVID-19, las patologías cardiometabólicas, que incluyen las del corazón y vasos sanguíneos, así como la diabetes, continúan siendo condiciones de alta prevalencia e impacto, siendo las principales causas de muerte en todo el mundo.
Sobre las enfermedades cardiovasculares (ECV), según la OMS, 17.9 millones de personas pierden la vida cada año, es decir, más de 2.000 cada hora.
Para el caso colombiano, de acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística- DANE, hubo más de 90.000 defunciones en el 2022 por enfermedades isquémicas del corazón, hipertensivas, cardiopulmonar, cerebrovasculares, insuficiencia cardiaca, aterosclerosis y demás complicaciones que afectan el corazón y sistema circulatorio.
“El riesgo de padecer una ECV aumenta, entre varias razones, por una alimentación poco saludable, la cual se caracteriza por un bajo consumo de frutas y verduras y un consumo elevado de sal, azucares y grasas, con un bajo nivel de actividad física, contribuyendo a la obesidad y sobrepeso[6], que a su vez son factores de riesgo que podrían causar patologías como la hipertensión, enfermedad silenciosa de la que el 46 % de los adultos que la tienen, desconocen su diagnóstico”, aseguró la Dra. Liliana Silva Gómez, directora médica de Medicina General de Sanofi.
En ese sentido, se estima que a nivel mundial hay 1.280 millones de adultos, de 30 a 79 años con presión arterial alta y se calcula que apenas uno de cada cinco (el 21%), tiene control sobre su condición médica, razón por la cual es uno de los principales motivos de muerte prematura2y que afecta a 4.8 millones de colombianos; casi el 10 % de la población total nacional.
Factores de riesgo
Existen factores de riesgo modificables, además de la alimentación, como la falta de actividad física, el consumo de tabaco y alcohol, el estrés, el sobrepeso u obesidad, que, si se previenen y manejan adecuadamente, podrían evitar o contribuir al control de la hipertensión (que mal tratada, podría causar insuficiencia renal, accidentes cerebrovasculares y afectaciones al corazón); así como también la diabetes tipo 2, enfermedad con la que viven 62 millones de personas en la región, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Para el caso de Colombia, de acuerdo con los reportes más actualizados de la Cuenta de Alto Costo (CAC), 3 de cada 100 colombianos viven con diabetes, pero esta cifra podría ser mucho más alta, ya que según el Ministerio de Salud al menos la mitad de las personas que tienen esta enfermedad ni siquiera lo saben.
“Por esto, es recomendable que las personas asistan periódicamente al médico, a un chequeo de los niveles de azúcar en sangre al menos una vez cada 12 meses, especialmente después de los 35 años, lo que permitirá tener un diagnóstico oportuno e iniciar tratamiento, en caso de ser necesario. En resumen, los controles, cuidados y buenos hábitos, además de que impactan en un estilo de vida saludable, contribuyen a reducir las probabilidades de padecer alguna enfermedad crónica del sistema cardiometabólico”, explicó la Dra. Silva Gómez.