En el Bosque Urbano Miramar, el nuevo pulmón que tendrá la ciudad para el disfrute de los barranquilleros avanza la ejecución de las obras que permitirán el desarrollo de distintas actividades deportivas, culturales y de sano esparcimiento, a través de escenarios como la pista de ciclomontañismo y zonas de senderismo, entre otros espacios.
El alcalde Jaime Pumarejo Heins inspeccionó el terreno donde se realizan las adecuaciones de la pista de ciclomontañismo, que tendrá una longitud de 5,4 kilómetros y será tipo cross country, es decir que se practica en grupos por categorías sobre un sendero que contiene una serie de obstáculos tipo rockgardens, subidas técnicas con raíces, bajadas técnicas, saltos, drops y puentes.
De igual manera, el mandatario recorrió la ruta de senderismo, que ya se encuentra ejecutada en su totalidad, con una longitud de 4 kilómetros sobre terreno natural.
“En este bosque urbano los barranquilleros van a poder disfrutar, en 30 hectáreas, de 4 kilómetros que ya se han hecho de senderos peatonales, una pista de ciclomontañismo, área para camping, para pícnic, así como un mejoramiento de toda la flora y la fauna para aumentar la oferta que tenemos en este sector, y lo más importante es que va a ser un espacio para que los barranquilleros se reencuentren con el bosque seco tropical”, expresó el alcalde Pumarejo mientras recorría el sendero peatonal.
Recuperación de Mallorquín
El mandatario destacó la presencia en este recorrido de expertos ambientalistas y profesores que están acompañando este proceso, al igual que la recuperación de la ciénaga de Mallorquín, lo mismo que las organizaciones deportivas de ciclomontañismo y ciclismo.
“Lo que queremos es que este espacio se convierta en un lugar mágico para todos los barranquilleros. La Barranquilla de bordillo, sí; pero también la Barranquilla de la ciénaga, del mar, del bosque seco tropical y de tantas otras cosas que nos acerquen a nuestro tesoro natural”, afirmó el mandatario.
Durante esta inspección el mandatario distrital estuvo acompañado por Ramón Montes, experto en avistamiento de aves, y Fernando Avendaño, agrónomo y catedrático de la Universidad del Atlántico. Asimismo, por la gerente de Edubar, Angelly Criales; la gerente de Siembra Barranquilla, Katia Navarro; el secretario de Recreación y Deportes, Gabriel Berdugo, y el gerente de Proyectos Especiales, Daniel Trujillo.
“Indudablemente este bosque urbano es muy importante porque toda ciudad necesita pulmones que la oxigenan y sitios de esparcimiento. Barranquilla es una ciudad progresista, una ciudad verde que está creciendo con respeto por el medioambiente, y estos espacios permiten a los habitantes acercarse a la naturaleza”, comentó el ingeniero agrónomo Fernando Avendaño, cuya experiencia profesional le ha permitido hacer aportes importantes a la ciudad en temas de silvicultura y huertos caseros. En términos similares se expresó el experto Ramón Montes, destacando “una experiencia maravillosa el compartir con la naturaleza en estos recorridos”.
Otros espacios
El Bosque Urbano Miramar comprende 30 hectáreas de bosque seco tropical, en el que también habrá senderos ecológicos, zona de pícnic, camping, zonas de juegos infantiles, teatrino, entre otros.
En ese sentido, como espacio de carácter formativo y de entretenimiento dispondrá de un espacio de encuentro de 320 metros cuadrados con graderías hasta para 130 personas, con vista hacia un escenario de 9 metros de diámetro, donde también se podrán realizar actividades físicas y recreativas.
Bosques urbanos
Barranquilla cuenta con 5 bosques urbanos. Además del ubicado en Miramar, en el noroccidente de la ciudad, entre Villas de San Pablo y Caribe Verde también se encuentra el denominado Hogar Caribe, con 3 hectáreas y 17 especies diferentes; en Campo Alegre, con 5.4 hectáreas de robles morados; en el barrio El Pueblo (EDAR Suroccidente), con 4.8 hectáreas y 12 especies, y en Ciudad Caribe, 2.3 hectáreas con 11 especies arbóreas.
Estos bosques urbanos hacen parte de la huella verde que está cultivando Barranquilla para ser una biodiverciudad. A la par con la infraestructura urbana, que corresponde al crecimiento de la ciudad, se están generando pulmones para respirar y vivir mejor.