Con perros rastreadores y excavadoras, socorristas buscan a al menos siete desaparecidos bajo los escombros de un alud que mató a 36 personas y provocó heridas a otras 20 en la vía Quibdó-Medellín, según un balance oficial de este domingo.
“A todas las familias de las víctimas, mi sentido pésame (…) Esperamos encontrar” a los desaparecidos y “ojalá que las personas no estuvieran muertas”, dijo el presidente Gustavo Petro en el municipio de Carmen de Atrato, departamento del Chocó, donde el viernes ocurrió el deslizamiento.
En un balance anterior, las autoridades habían registrado 10 desaparecidos y 33 muertos.
“En las últimas horas se encontraron 3 nuevos cuerpos. Dos (2) identificados por sus familiares han sido entregados en Medellín. Una (1) persona que está aún sin identificar, fue trasladada a Quibdó”, indicó la gobernación del Chocó en un boletín.
Imágenes compartidas en redes sociales y en canales de televisión muestran el momento en que un pedazo gigantesco de montaña se desprende y sepulta una fila de automóviles, mientras se escuchan gritos.
Unas 50 personas alcanzaron a refugiarse en una casa contigua, pero otro derrumbe cayó sobre ellos, explicó el mandatario.
Los trabajos de rescate se suspenden en las noches por el riesgo de nuevos deslizamientos en una región pegada al Pacífico, donde está una de las selvas más lluviosas del mundo.
Más de 200 personas entre bomberos, rescatistas, militares e indígenas trabajaban contra el tiempo, mientras familiares de los desaparecidos aguardan noticias en los alrededores.
“Necesitamos saber de mi sobrino porque no sabemos nada de él, ni vivo ni muerto”, dijo Clara Estrada.
El papa Francisco pidió “por las víctimas del alud en Colombia” durante el tradicional rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro, en el Vaticano.