jueves, noviembre 21, 2024
CulturaOpinión

“Ahí, te dejo tu porro” Atlántico

Por: Moisés Pineda Salazar

Historiador y gestor cultural

Corría el año de 1946 y dos músicos provenientes de dos Provincias distantes la una de la otra, se encontraron en Bogotá que, para entonces se constituía en la meca a la que querían llegar los artistas de todo el país.

El tamaño del mercado. La dinámica de los negocios, del entretenimiento, la expansión de la radio y de la industria fonográfica ejercían un irresistible magnetismo sobre músicos, cantantes, actores, periodistas y todo aquel que quisiera consagrarse en el medio. El Maestro Julio Ojito salió de su natal Polonuevo en el departamento del Atlántico e igual, por otro camino, lo hizo el músico, arreglista y ejecutante Víctor Vargas desde Cúcuta, en el Norte de Santander. Igual lo hizo quien después se convertiría en un ícono internacional: Francisco Galán.

Allí, en la Bogotá de mediados del siglo pasado el atlanticense y el nortesantandereano se encontraron para conformar una orquesta, “La Vargas & Ojito” en la que eventualmente, en eso que algunos llaman hoy día una “Moña”, y en otras un “ven tú, ven tú”, tocaba Pacho Galán.

Vargas y Ojito, mantenían una cordial y amable competencia musical, en la que emulaban en torno a composiciones y arreglos musicales.

El éxito de la orquesta Vargas & Ojito era notorio en la noche bogotana en la que griles y coreográficos se disputaban por contratarlos. En medio de aquel éxito económico y artístico, se cuenta, que un día el Maestro Ojito desafió a Vargas diciéndole que no era capaz de componer un porro.

Un día cualquiera de aquel año de 1946, Ojito llegó a la pieza de la pensión en la que ambos músicos se alojaban y no encontró a su compañero y socio.

En la mesita de noche, debajo de la base del quinqué, encontró una página pentagramada doblada en dos, llena de notas musicales escritas con la tinta azul del esterbrook con bomba de caucho, que usaba para sus arreglos y trabajos profesionales.

Un breve texto estaba escrito casi al final de la composición. Encima, prendida con un clip metálico, había una que, en su conocida caligrafía, decía: “Ahí te dejo tu porro”. Se titulaba: “Atlántico”.

Unos meses después, hace 73 años, cuando en Colombia solo existían catorce departamentos, cuando Pacho Galán aún no había constituido su orquesta, se grabó el disco que viene a ser la primera versión de este porro emblemático de nuestro departamento que, al igual que “Ay, mi llanura” en el departamento del Meta y “El Bunde Tolimense” en el del Tolima, debiera haber sido adoptado, con una letra apropiada, como el himno de nuestro departamento.

Es tal la perfección y la belleza alcanzada, que este porro ha formado parte del repertorio de orquestas alrededor de todo el mundo. No obstante, hay que decir que los arreglos y la versión que luego hiciera la Orquesta de Pacho Galán, se convirtió en la más popular y conocida, nacional e internacionalmente, al punto de que los herederos de Galán han reclamado su autoría. Sin embargo, los descendientes de ambos músicos: Víctor Vargas y Julio Ojito, han logrado que se reconozca en sus progenitores la co- autoría en Vargas y los arreglos originales en Ojito.

Rastrear este documento musical fue un trabajo de varios años en el que, por diversos caminos, coincidimos con Camilo Barceló- ex alcalde de Soledad- y en, esos esfuerzos que se logran sin proponérnoslo, logramos que esta versión hoy esté disponible en la Internet y que, por lo mismo, alrededor de nosotros dos, se conciten las antipatías por haber derruido el mito urbano que le adjudicaban la música, los arreglos y la letra, simplificada en una frase de menos de diez palabras del Porro “Atlántico”, a un autor distinto a Víctor Vargas Zambrano y a Julio Ojito Mendoza.

Un homenaje al Atlántico en sus 115 años

Tomado de: Tocapartituras.com

Porro Atlántico.

Versión original con letra.

▪︎Autor de la música y de la letra: Víctor Vargas .

▪︎ Orquesta: Vargas & Ojito.

Víctor Vargas y Julio Ojito

Grabación: Bogotá. 1946.

 

Letra Original:

” ATLÁNTICO

_De catorce departamentos

Que en Colombia existen,

señores les contaré.

Y por sus bellezas naturales

cada uno de ellos hay que conocer.

Al Atlántico dedico este porro alegre

suavecito y sabrosón

para que lo bailen señores

con mucha alegría al compás del son.

– – – – –

Norte Santander el mío,

oigan, queridos señores.

Con sus vegas y sus ríos,

son orgullo colombiano.”_