miércoles, julio 3, 2024
Cultura

Aguacate en la pandemia

Por Fabio Osorio

“¡Aaaaaaguacaaateee . . . ¡Aguacatón!, ¡Aguacatoni! . . .” grita a todo pulmón uno de los muchos vendedores que durante esta época de “aislamiento y pandemia” recorre este sector del barrio Simón Bolívar, situado al suroriente de Barranquilla.

Aunque los vendedores de aguacate son los más frecuentes, también podemos escuchar: “¡Yuuuuca…. yuca harina, yuca harinosa!” “Limón, limones llorones, mandarina, melón, guineo maduro bien cipotú…. guineo verde bien cipotú”.

La carretilla

También se ofrecen mangos, naranjas, mora, manzanas y otras frutas. Y a todos los sonidos de los pregones de los fruteros, se les une el megáfono chillón, desagradable, del comprador de hierros viejos, antiguas radiograbadoras, televisores dañados, computadores que ya “cumplieron su ciclo” y otros trastos añejos.

El bicitaxi

Así mismo, apreciamos a cualquier hora del día o de la noche, a los conductores de bicitaxis, ellos con tapabocas, “rebuscándose”. Por eso, para cualquier alienígena que aterrice en este barrio, le podría parecer que vivimos en tiempos “normales” de interacción humana, es el típico ambiente de un mercado público, que no hay tal crisis del “Coronavirus” en esta pequeña parte del mundo.

Barranquilla, lamentablemente, es una de las ciudades más golpeadas por la expansión del virus y en ella, Simón Bolívar ocupa el deshonroso sexto lugar en número de casos de “Covid 19”  reportados (más de 71, hasta el último fin de semana); siendo superado por Rebolo, El Bosque, Las Nieves, Ciudadela 20 de Julio y Carrizal.

Podría decirse que la totalidad de los vendedores ambulantes proceden de otros barrios distintos al popular “Simón”; vienen de los sectores más pobres del cercano municipio de Soledad y de lugares “un poco más distantescomo Las Malvinas, El Bosque o el barrio Evaristo Sourdis, al suroccidente de la ciudad.

Muchos vecinos de Simón Bolívar -los potenciales compradores-, manifiestan que a estos vendedores “les tocasalir a aventurarse lejos de sus casas y exponerse a contraer el virus, porque son “trabajadores del día a día” y si no salen, si no venden, sus familias se exponen “a pasar hambre”.

   El carro´emula   

En voz baja”

Pero en esa categoría de vendedores informales, no encajan, estos sí habitantes de este populoso barrio, que no respetan ni Toque de Queda ni Ley Seca y compran “en voz baja” cervezas, aguardientes y otros licores en las tiendas del sector, para armar rumbas dentro de sus casas y tampoco, encaja en esa categoría la “Señora Betsy”, conocida como “la niña Tulia del barrio”, quien recorre sin tapabocas las diferentes calles para nutrir su pasatiempo favorito: el chisme.

Me contaron que el señor Peyo, le dijo hace poco: “Oye Betsy, ¿Y por qué andas sin tapabocas?” Ella, contestó al instante: “Echee, Peyo. ¡No ves que se me quedó en la casa! ¡No seas tan sapo, viejo Cara de …####&&&&򝥘@ʅʇ@@…” .

Algunos dirigentes comunales consideran que la ubicación estratégica de Simón Bolívar, sobre la salida y el ingreso con Santa Marta; en comunicación con la Circunvalar y la Carretera Oriental, que trae consigo un constante tránsito de tractomulas que se dirigen o vienen de Cartagena o el departamento del Magdalena es un factor que también influye en la transmisión del virus.

Tráfico pesado (Mulas)