Las autoridades migratorias en Colombia expulsaron a Sali Brami, el heredero de los negocios del israelí, Assi Moosh.
A Moosh lo expulsaron en el 2017 por liderar una organización de narcotráfico, tráfico de mujeres y prostitución, así como fiestas en la Costa Atlántica.
Colombia expulsó a Sali Brami, teniendo en cuenta que su permanencia en el país representaba un peligro para la seguridad nacional.
La Información de las autoridades de Israel confirmaron además que pertenecería a una red de tráfico de estupefacientes entre Colombia y ese país.
Brami estaba de forma irregular en el país, y entró en el radar de las autoridades, por lo que le hicieron seguimientos entre Cartagena, Medellín, el Eje Cafetero y Bogotá.
En un operativo de Migración Colombia lograron ubicarlo en Melgar, lo detuvieron y lo trasladaron a Bogotá.
En la capital fue montado en un avión rumbo a Israel donde se entregará a las autoridades de ese país.