Aunque nació en Barcelona, el 4 de junio de 1920, a los dieciséis años Alejandro Jesus Obregón Rosés vio por primera vez las tierras caribeñas que se quedarían en su retina de profundos ojos azules, que plasmaron el color, la variedad, la naturaleza y la luz de los paisajes tropicales en cada una de sus obras.
Artista universal, padre de la modernidad colombiana, pintor del tropicalismo, con gran sentido social, son muchos los calificativos y atributos que se pueden dar a Alejandro Obregón, al pintor y muralista colombo-español quien no sólo se quedó en la exuberancia Caribe; en su producción también mostró su compromiso con la paz y el rechazo a la violencia, en el contexto de la dictadura y el extremismo presente en Latinoamérica durante los 50 y 60.
Lo universal, nace de lo local, dice su gran amigo Álvaro Medina, historiador, crítico y curador barranquillero, durante el conversatorio organizado ayer por la Universidad del Norte ¿100 años después, por qué es importante Obregón?, al referirse al legado del grande de la pintura caribe, quien con su visión particular de la naturaleza y el momento histórico de América Latina plasmó una estética diferente y única a su arte.
Obregón en Barranquilla tiene un valor cultural individual, que a su vez se entrelaza con una prolífica generación de intelectuales como Gabriel García Márquez, Álvaro Cepeda Samudio, Alfonso Fuenmayor, Nereo López, Cecilia Porras, Orlando “Figurita” Rivera, y Germán Vargas Cantillo, quienes coincidieron en el lugar y en el tiempo, a mediados del siglo XX en Barranquilla.
Homenajes
Con eventos académicos virtuales de varias instituciones locales y nacionales y la declaratoria de Bien de Interés Cultural de las obras que hay en la ciudad para garantizar su protección, conservación y mantenimiento, por parte de la alcaldía distrital, la ciudad rinde homenaje a Obregón.
El inicio de este proceso de declaratoria busca garantizar la protección, conservación y mantenimiento de este conjunto de obras que hacen parte del Patrimonio Cultural Mueble Artístico de Barranquilla, que también incluye su restauración y promover la divulgación, apropiación y formación de su obra entre la ciudadanía, anunció el ente distrital.
“Fue en Barranquilla donde consolidó su obra. Fue en esta ciudad, la que hizo suya, donde vivió los años más prolíficos de su carrera, dejando a lo largo y ancho de ella cuadros, murales, esculturas y obras de otras técnicas artísticas en las que supo exponer toda su genialidad”, destacó la secretaria de Cultura, Patrimonio y Turismo de Barranquilla, María Teresa Fernández.
Colección de obras en Barranquilla
La colección de obras del maestro Obregón en Barranquilla se encuentran dentro de los conjuntos urbanos del Centro Histórico y la zona de los barrios El Prado, Alto Prado y Bellavista, y los otros aquellos que se encuentran dentro de inmuebles protegidos individualmente.
Opiniones
Alejandro fue el iniciador del arte moderno en este país con un colorido y un brochazo muy libre, muy suelto que realmente muestra lo que es el caribe, adema con una personalidad muy atractiva, resume María Eugenia Castro, Cofundadora y Directora del Museo de Arte Moderno de Barranquilla (MAMB).
“Un estilo muy personal, expresionista y americanista”, con “formas abiertas y vigorosas, que sólo aluden a la grandeza y a la feracidad del continente”, así lo define el crítico de arte Germán Rubiano en una biografía publicada por la Red Cultural del Banco de la República.
Su obra
En diferentes partes del país y del mundo, los cuadros, esculturas, vitrales y murales del artista plástico se exponen hoy en el mundo, siendo Barranquilla el lugar donde permanece buena parte de su creación artística, que incluye animales (Cóndores, toros, peces, gaviotas, barracudas), paisajes (mares, jardines, paisajes, viento, sol y nubes), bodegones, cuerpos (musas, mujeres), entre otros.
“Pez Dorado” (1947), “Nube Gris” (1948), “Ganado ahogándose en el Magdalena” (1955), “Cóndor de los Andes” (1959), “Toro-Cóndor” (1960), entre otros, algunas de sus obras.