La Alcaldía de Bogotá lanzó la aplicación Bogotá Cuidadora, que también funciona como página web, en la que quienes vivan en la ciudad y deben circular por trabajo, estarían permanentemente monitoreados.
Esta aplicación generó una polémica que se extendió por todo el país debido a las quejas de la ciudadanía sobre el contenido de las preguntas y el control que se debe ejercer para la protección de los datos personales.
Las preguntas incómodas que se hacen son la cédula, teléfono, dirección, motivo para salir, destino, forma de transporte y horario en el que se movilizará, entre otras cosas, además de que con la app se concede el acceso a cámara y micrófono, como ocurre con todas las aplicaciones del mercado.
Ya en otras ciudades como Medellín, en donde hay una similar a la de la capital llamada “Medellín Me Cuida”, está funcionando y según las autoridades ha dado excelentes resultados para la prevención del covid-19.
Ante la polémica en Bogotá la alcaldesa Claudia López reversó la obligatoriedad del uso de la aplicación y definió que será voluntaria. Sin embargo, el debate quedó sobre la mesa: ¿el Estado puede recolectar los datos de sus ciudadanos para controlar una pandemia? ¿Es esto una intromisión a las libertades personales?
En Medellín, por ejemplo, un juez consideró que la aplicación de la ciudad violaba el derecho a la intimidad. Por ahora, las aplicaciones se usarán de manera voluntaria para controlar la pandemia. Pero vale la pena destacar que, en Corea del Sur, referente de lucha contra el Covid-19, efectivamente se utilizaron “datos de celulares y automóviles, transacciones con tarjeta de crédito, historiales de viaje e imágenes de videovigilancia e inteligencia artificial para identificar los casos”.
Lo más importante de esta discusión es que saca a la luz un debate importante: ¿el control de coronavirus justifica un control del Estado sobre los ciudadanos? Además, pone al Gobierno Nacional y a las administraciones locales a exigir mejores protocolos de seguridad y de privacidad a los desarrolladores de las aplicaciones. Seguro este debate terminará en un proyecto de ley en el Congreso.