Opinión

Una nueva realidad a la que tenemos que acostumbrarnos

Por Alba Luz Reyes*

Sobre las medidas adoptadas por el presidente Donald Trump para enfrentar el covid-19, a pesar de los cuestionamientos, son muchos norteamericanos, entre ellos los inmigrantes, que están de acuerdo con ellas. Precisamente hace poco conversaba con la colombiana Sandra Herrera, quien vive en una población pequeña al norte del Estado de Texas en la cual se han respetado todas las disposiciones para frenar los contagios.

“Estas es nuestra nueva realidad y tenemos que acostumbrarnos”, me comentó mientras me explicaba como ella y sus vecinos han actuado responsablemente en los diferentes sitios en donde deben interactuar.

Después de que Donald Trump diera a conocer su plan de distanciamiento social para contrarrestar el coronavirus, los ciudadanos en EU están comenzando a cuestionar si la cuarentena guardada hasta ahora, sería realmente suficiente para frenarlo la gran cantidad de contagios que este lunes ya supera el millón.

Los números de contagios de coronavirus hasta hoy han alcanzado los 1.189.987 en Estados Unidos, siendo el país con más casos en el mundo. Además, ya se han superado los 68 mil fallecidos por esta enfermedad.

Para los habitantes del área metropolitana de Dallas las medidas para prevenir contagios del covid-19 son una realidad a la que hay que adaptarse

VOLVER A LA NORMALIDAD

Aunque a la luz de las terribles cifras algunos estados de la Unión argumentan que no están preparados todavía para volver a la normalidad y permitir el regreso de la gente a las calles y puestos de trabajo, otros ya tienen listos sus planes para reabrir su economía paulatinamente en el marco de la pandemia del coronavirus.

Uno de estos estados que ya planea volver a la normalidad es Texas, tal como lo anunció su gobernador, Gregg Abbot, quien permitió que los parques abrieran sus puertas, pero los visitantes deben practicar el distanciamiento físico, usar mascarillas y reunirse en grupos que no superen las cinco personas.

Al igual que en todo el mundo, la pandemia ha modificado sustancialmente el modus vivendi de los ciudadanos de Texas y especialmente de los propietarios de negocios que abren al público. Acá las autoridades han determinado drásticas sanciones para quienes no cumplan con las restricciones y medidas de aislamiento social. Los infractores tendrán que pagar una multa de mil dólares (unos cuatro millones de pesos colombianos) con encarcelamiento de 180 días y el cierre definitivo del establecimiento comercial. La policía también está verificando si los clientes mantienen la distancia de seis pies, al igual que si usan el tapabocas.

En los parques y amplias zonas verdes de Dallas ya se puede observar a los ciudadanos retomando sus actividades

ÁREA METROPOLITANA DE DALLAS

Yo me encuentro en lo que se denomina Dallas-Fort Worth metroplex, un área metropolitana con más de siete millones de habitantes, en donde la costumbre de ir a comer a las grandes cadenas de restaurantes ha sido cambiada por largas filas de automóviles frente a los establecimientos que dan servicio al volante. Los salones de belleza y las barberías aún permanecen cerrados y mucha gente ha optado por ella misma cortarse el cabello.

Otro de los cambios que se ha evidenciado durante la crisis por el covid-19 es la notable disminución de los trancones que tradicionalmente sufrimos los que habitamos en esta gran urbe y hasta el cielo de Dallas es diferente porque no se ve la gran cantidad de aviones surcando el horizonte.

Aunque en algunos parques ya se pueden usar los andenes para caminar, correr o andar en bicicleta, es frecuente ver a oficiales de la ley visitando estas zonas públicas para verificar que las personas no entren a las canchas deportivas o a los juegos infantiles.

Entrar a hacer compras en un supermercado es una actividad que muchos hacemos con gusto, pero en la actualidad no deja de llenarnos de temor transitar por esos lugares a sabiendas de que con solo tocar cualquier elemento podríamos contagiarnos. Ahora nadie se saluda con nadie e incluso pareciera que ni siquiera se quieren mirar a los ojos. Son muchos los que no quieren volver a comprar sino hasta cuando todo esto pase.

MINIMIZAR EL CONTACTO

En cuanto a las tiendas minoristas de Texas, deberán comenzar a funcionar solo entregando los artículos en los carros, casas u otros lugares especificados por los clientes para minimizar el contacto. Igual ocurrirá con sectores como la construcción o los empleados municipales, quienes deben regresar al trabajo, pero respetando las medidas de distanciamiento físico.

No obstante, a pesar de las medidas emprendidas, el gobernador Abbot ha indicado que las escuelas, públicas, privadas y de educación superior, permanecerán cerradas.

A las empresas se les permitirá tener un máximo de dos trabajadores por ubicación, y estos deben usar mascarillas de tela y mantener una distancia de dos metros entre sí. Además, el gobernador, que es miembro del Partido Republicano, ha revelado que los mercados de granjeros podrán operar con una “estricta” distancia social a partir del 1 de mayo.

Cabe destacar que el presidente Donald Trump aseguró que los gobernadores podrán tomar decisiones basadas en sus propias necesidades, ya que todos los estados “son diferentes” y tienen distintos niveles de afectación.

Periodista colombiana residente en Dallas*