El mundo le ha “fallado a la gente de Gaza”, afirmó este jueves el Secretario General de la ONU en una reunión ministerial de alto nivel de apoyo a la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), un organismo para el que no existe una alternativa según ha reiterado en diversas ocasiones.
António Guterres recordó que más de 41.000 personas han sido asesinadas -la mayoría mujeres y niños-, y cerca de 100.000 han sido heridas desde que comenzó la ofensiva israelí contra ese territorio palestino tras los ataques del 7 de octubre dirigidos por Hamás en el sur de Israel.
Además, dijo, “dos millones de palestinos están ahora hacinados en un espacio del tamaño del aeropuerto internacional de Shanghai entre charcos de aguas residuales, montones de basura y montañas de escombros, y con la única certeza de que mañana será aún peor”.
Guterres rememoró que días antes del 7 de octubre, durante una reunión en la ONU dedicada a la UNRWA, invitó a los presentes a imaginar la vida de los habitantes de Gaza y describió su situación como “el problema humanitario más dramático unido estallido potencial más riesgoso”.
Nadie ha salvado del infierno a los gazatíes
Hoy, “la situación de los palestinos en Gaza está más allá de la imaginación”, abundó, lamentando que ni la ONU ni nadie capaz de hacerlo haya salvado a esta población del infierno. “Le hemos fallado al pueblo de Gaza”, insistió.
No obstante, Guterres sostuvo que si hay una luz de esperanza en ese paisaje infernal, esa luz es la UNRWA, la agencia creada en 1949 por la Asamblea General para ayudar a los refugiados del conflicto de 1948 que siguió al nacimiento de Israel.
Actualmente, la Agencia proporciona servicios esenciales a casi seis millones de personas en los territorios palestinos ocupados y en la región.
La UNRWA no se ha salvado ni humana, ni operativa, ni políticamente
El titular de la ONU agregó con tristeza que en esta ocasión, tampoco la UNRWA se ha salvado, y citó a los 222 de sus trabajadores que han sido asesinados y a la cantidad indefinida de los empleados que han sido blanco de agresiones y hostigamiento mientras cumplen con su trabajo.
Al igual que los gazatíes, el personal de la UNRWA ha sido desplazado, blanco de tiroteos y manifestaciones violentas, detenido y maltratado por las fuerzas de seguridad israelíes, denunció.
Guterres agregó que la labor de la UNRWA también ha sido dañada: “La respuesta humanitaria en Gaza está siendo sofocada. Los mecanismos de protección y distensión para la entrega de ayuda humanitaria han fracasado. Continúan los intentos de expulsar a la UNRWA de su sede en Jerusalén Oriental”.
La UNRWA no se ha librado políticamente, “de campañas sistemáticas de desinformación que desacreditan toda una vida de trabajo de la Agencia y de un proyecto de ley en el parlamento israelí que busca etiquetarla como organización terrorista y hacer que sus actividades sean ilegales en territorio israelí”, agregó.
Pese a todo, la Agencia persevera
El Secretario General enfatizó que a pesar de estas condiciones catastróficas, la UNRWA persevera, y refrendó su confianza en el compromiso continuo de la Agencia “para defender los principios humanitarios de neutralidad, imparcialidad y humanidad”, al igual que para implementar las recomendaciones de la revisión independiente dirigida. por la exministra francesa Catherine Colonna, responsable de investigar el respeto de la neutralidad del organismo.
“Los Estados miembros muestran la misma confianza”, sostuvo Guterres, refiriendo que prácticamente todos los donantes han revocado sus suspensiones de financiamiento, y que 123 países han firmado la Declaración sobre compromisos comunes con la UNRWA.
Asimismo, destacó el consenso sobre el papel vital del organismo en la Cisjordania ocupada y en toda la región.
No hay alternativa
“No hay alternativa a la UNRWA”, aseveró Guterres, instando a trabajar en todos los frentes para aumentar el apoyo a la Agencia y garantizarle recursos suficientes, predecibles y flexibles.
La labor de la UNRWA es vital; sin embargo, “no es, y nunca tuvo la intención de ser, una solución sostenible a largo plazo para la difícil situación de los refugiados palestinos”, recalcó.
Por eso, subrayó el líder de la ONU, “seguimos presionando para lograr un alto el fuego humanitario inmediato, la liberación inmediata de todos los rehenes y una solución política a largo plazo que ponga fin a la ocupación y conduzca a dos Estados que vivan uno al lado del otro en paz y seguridad, con Jerusalén como capital. Pero hasta entonces, la UNRWA sigue siendo indispensable”, concluyó.