El arquitecto y planeador urbano Julio César Pérez Hernández, profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Notre Dame, desarrolló en Uninorte, del 11 al 13 de marzo, el primer Taller Internacional de Urbanismo, Ciudad y Río, organizado por la Escuela de Arquitectura, Urbanismo y Diseño, con el que buscó generar reflexiones en torno al crecimiento urbano de Barranquilla y su relación con el río Magdalena y los cuerpos de agua aledaños.
El taller hace parte de las actividades programadas en el marco de la Cátedra Global, que tiene lugar durante el primer trimestre del año.
Bajo su liderazgo, la agenda comprendió una visita con 35 estudiantes del Departamento de Arquitectura al ecoparque de la Ciénaga de Mallorquín, un recorrido por el río Magdalena, a través del riobus; una jornada de charlas alrededor del crecimiento urbano, el agua y la importancia de la planeación, así como un tercer día lleno de conclusiones y resultados con los estudiantes.
“El urbanismo es clave para entender la evolución del hombre y su inmediato habitar, que es la ciudad. Y el litoral es lo que define a una ciudad y en ese sentido me alegra ver que aquí están encaminados en ese sentido, como con este proyecto (ecoparque). La ciudad es probablemente el mayor logro de la civilización humana y necesita un enfoque para aprender del pasado, inspirarse en él y poder apuntar al futuro”, expresó Pérez Hernández, autor de libros como ‘Inside Havana’ (2011) y ‘Inside Cuba’ (2006), y de varios planes maestro alrededor del mundo. Es el único cubano que ostenta el título de Loeb Fellow de la Universidad de Harvard.
Salvar el patrimonio
Para el académico, salvar tanto el patrimonio natural como el cultural es un imperativo, al margen de lógicas similitudes y diferencias. El estudio y documentación del territorio deben promover el respeto del patrimonio natural y cultural con una concepción humanista que contemple al ser humano como el centro y destino de cualquier propuesta.
“Queremos generar una discusión en la academia de cómo debería ser la mejor forma para desarrollar los predios para llegar hasta el río y la ciénaga, y cuál es la forma más sostenible para hacerlo. Y con el profesor Julio queremos construir una relación de largo plazo con la Notre Dame, con la que podamos explorar opciones de cooperación académica y movilidad estudiantil y de profesores. Este es el punto de partida”, argumentó Mauricio García, decano de la Escuela de Arquitectura, Urbanismo y Diseño.
De acuerdo con Yalmar Vargas, director del Departamento de Arquitectura y Urbanismo, en semestres anteriores se ha trabajado con estudiantes de la asignatura Taller Ciudad sobre el desarrollo de la ciudad hacia la ciénaga y el río, con el objetivo de hacer un ejercicio crítico sobre del proyecto frente a la vía como ciudadanos.
“Es una oportunidad para que los estudiantes amplíen su perspectiva y se conecten con la ciénaga de Mallorquín”, agregó Vargas.
Para Joli Núñez, estudiante de séptimo semestre de Arquitectura y presidenta del Consejo Estudiantil de Arquitectura, CEARQ, este tipo de espacios académicos son fundamentales para generar en los estudiantes del programa un acercamiento al urbanismo y el diseño urbano.
“Me parece importante que la Escuela propicie este tipo de espacios para que los estudiantes profundicemos los conocimientos que adquirimos en el aula y tomemos conciencia del cuidado de nuestro entorno. Tener la experiencia práctica es fundamental”, enfatiza Núñez.
Relación con la naturaleza
De acuerdo con el profesor Pérez Hernández, a lo largo de la historia, el diseño urbano y arquitectónico han servido como uno de los principales medios a través de los cuales los humanos conceptualizan y fabrican su relación con la naturaleza. Por lo tanto, su estudio es un medio poderoso para promover el desarrollo humano.
“Solo las grandes lecciones que nos ofrecen las tradiciones y culturas clásicas tradicionales del mundo nos pueden dar la clave para la función del urbanismo y la arquitectura en el futuro, en un mundo agredido por factores como el cambio climático, la eventual subida del nivel del agua, y otros tantos retos como es la despoblación”, concluyó el académico.