jueves, noviembre 21, 2024
Educación

Impulsan transformación social de 400 ‘jóvenes resilientes’

Transformar la vida de 400 jóvenes barranquilleros es el propósito por el que viene trabajando la Universidad del Norte, a través del Programa Pisotón, el Centro de Educación Continuada (CEC), la Escuela de Negocios y su Centro de Emprendimiento, en el marco del programa Jóvenes Resilientes de USAID y ACDI/VOCA.

El objetivo es desarrollar procesos de resiliencia en las y los jóvenes de los barrios Carrizal y Las Américas, suroccidente de Barranquilla, a través del acompañamiento psicosocial, el desarrollo de relaciones y redes saludables, el fomento de la participación juvenil, la promoción de entornos protectores y el empoderamiento económico para el emprendimiento.

Dentro de los resultados del programa, se encuentra la generación de oportunidades económicas para las y los jóvenes, coordinado por la Escuela de Negocios y el Centro de Educación Continuada. Otros resultados se encuentran vinculados a relaciones y redes saludables, mediante el acompañamiento psicosocial a los jóvenes y sus familias, liderado por Pisotón. Adicionalmente se cuenta con otros aliados estratégicos como: FCC (Fútbol con Corazón), AIRE, Fundación Compaz, y Fundación Lideratorio.

Bajo este contexto, en la Universidad del Norte se realizó el 25 de febrero una jornada pedagógica y de integración, con 100 jóvenes del programa, denominada: Tertulia inspiradora con Pastora Mira García/Una historia de resiliencia. Durante el primer momento de la jornada, el Programa Pisotón junto con la fundación Compaz abrieron un espacio donde se buscó el intercambio de conocimientos y experiencias para generar reflexiones sobre el verdadero sentido de la resiliencia, a través de la historia de vida compartida por Pastora Mira García, coordinadora del Centro de Acercamiento para la Reconciliación y Reparación.

Valor de la resiliencia

En su intervención, Pastora buscó entre las y los jóvenes generar conciencia frente al valor de la resiliencia, habló sobre el perdón, la reconciliación, la necesidad de sanar y de construir un futuro con propósitos claros a pesar de las dificultades que puedan presentarse.

“Esta charla es para que aprendan a asimilar y contener aquello que les sirva para la vida, pero también desechar lo que no es productivo. Este tipo de programas es el camino porque la unión de la empresa privada, la academia y demás organizaciones para ungir el bienestar de estos niños será lo que a futuro se puede recoger en una sociedad, sobre todo llena de mejores seres humanos”, señaló Mira García.

Por su parte, la doctora Ana Rita Russo, directora del programa Pisotón, en su intervención recitó el poema “Mirada de Dragón”, de la autoría de Gustavo Roldán, citando la capacidad de resiliencia que se puede tener frente a las situaciones de la vida cuando podemos apreciarlas desde otra perspectiva.

“Esto es precisamente lo que logran testimonios como el de Pastora Mira, que ayuda a los jóvenes a mirar con otros ojos lo que vivieron en el pasado para transformar la adversidad en esperanzas y aprendizajes para la vida, haciéndolos más resilientes”, aseguró Ana Rita.

También, se aprovechó el espacio para la entrega simbólica de capitales semillas a 50 jóvenes emprendedores de las zonas focalizadas, completando la segunda fase de este componente del proyecto. Con la entrega de capital semilla, viene una fase de acompañamiento y seguimiento en la que se monitoreará el desempeño y desarrollo de los proyectos de las y los jóvenes.

Identificar oportunidades

“Desde el componente de emprendimiento, se les brindaron las herramientas necesarias para que a partir de una idea de negocio pudieran identificar oportunidades y tener unos insumos necesarios para mejorar su calidad de vida. El proyecto contempló una fase de formación y una fase de entrega de capital semilla, que es la que hoy estamos haciendo”, explicó María Ángela López Zambrano, docente de la Escuela de Negocios y coordinadora del componente de emprendimiento del programa.

Para Valery Andrea Barros Meza, de 16 años, habitante del barrio Carrizal y estudiante del colegio Miguel Ángel Builes, hacer parte de este proyecto le ha permitido conocer mejor su negocio desde el punto de vista financiero y de marketing, y tener claro cómo llegar a un punto de equilibrio. Su emprendimiento virtual, denominado Puños de perla, produce y vende accesorios de bisutería, con el apoyo de sus padres.

“Comencé haciéndome accesorios, pero la gente me fue pidiendo más y más hasta que decidí hacerlo una fuente de ingreso. Pero mi expectativa hoy no es solamente vender, es hacer que la persona que lleve mi producto se sienta bien con ella misma, satisfecha con lo que lleva puesto y poderle transmitir seguridad”, afirmó Valery.

Herramientas

Elisama Dugarte, directora del Centro de Educación Continuada (CEC), explicó que desde su unidad se acompaña a la Escuela de negocios en todo el proceso para que las y los jóvenes puedan formarse, dándole todas las herramientas, los elementos y lineamientos académicos para su certificación.

De acuerdo a los tres ejes misionales, Uninorte es formación, investigación y extensión. Para nosotros es muy importante que ese conocimiento pueda llegar también a este tipo de poblaciones vulnerables que quizás por otros medios no pudieran llegar a tener. Gracias a los donantes, los operadores y aliados que han dado soporte a este proceso para que estas y estos jóvenes puedan tener nuevas oportunidades y puedan cambiar su entorno”, concluyó Elisama Dugarte.