Entre los días 2 y 4 de abril se inicia el conteo regresivo para el despegue del cohete Falcon 9, desde la Base Espacial Aérea Vandenberg de la empresa SpaceX, en California, Estados Unidos, que lleva en su interior el segundo satélite que Colombia pondrá en órbita.
Al frente de este proyecto está la Fuerza Aérea Colombiana y es el resultado de casi dos décadas de desarrollo para que el país cuente con un programa espacial, sumándose al exclusivo club de naciones que operan sus propios satélites.
Sus protagonistas revelarán los detalles del proceso este jueves, a las 7:30 de la noche, por el Canal Institucional, en una nueva emisión de Entérese del Cambio, programa televisivo de la Presidencia de la República.
SpaceX denomina la misión ‘Transporter 7’ y consiste en un vuelo compartido para posicionar en una órbita heliosincrónica (SSO) a medio centenar de pequeños microsatélites y nanosatélites de clientes comerciales y gubernamentales. Uno de esos artefactos espaciales es el FACSAT-2 “Chibiriquete”, como lo denominó la Fuerza Aérea.
El satélite colombiano, que llega en marzo a las instalaciones de SpaceX, estará en órbita a una altitud de 500 kilómetros. Desde esa altura podrá monitorear posibles riesgos y amenazas ambientales, detectar áreas de minería ilegal, ejercer vigilancia del espacio aéreo, de la infraestructura energética, portuaria y vial del país.
Monitoreo de gases efecto invernadero
FACSAT-2 “Chibiriquete” es dos veces más grande que su antecesor (FACSAT-1) –que lleva ya 4 años y 3 meses en órbita– y cuenta con una mayor capacidad de carga útil; con esto llevará un espectrómetro que permitirá el monitoreo de gases de efecto invernadero, gracias a un convenio estratégico con Ecopetrol.
El espectrómetro, un ARGUS 2000 de la empresa canadiense TOTH, cuenta con un software especial diseñado por técnicos de la Fuerza Aérea, con el que se podrán caracterizar fuentes de emisión y generar estrategias para la disminución de gases, que contribuyen al calentamiento global.
Las imágenes que emita el satélite serán más precisas gracias a la resolución de su cámara, de 5 metros por pixel, que permitirá usarlo en aplicaciones de cartografía, topografía e inteligencia estratégica.
Al igual que el FACSAT-1, “Chibiriquete” lo desarrollaron en asocio con la empresa danesa GomSpace A/S y ya superó las fases de ensamble, integración interna, programación de software, el proceso de integración externa y las pruebas funcionales y ambientales.
La logística previa al lanzamiento se convino con la empresa alemana Exolaunch, que se encarga del transporte, integración al POD, integración al lanzador y gestión de seguros. El proceso fue coordinado desde Berlín, Alemania, por un equipo de la Fuerza Aérea encabezado por la teniente coronel Sonia Ruth Rincón Urbina, el general Carlos Silva y el coronel Néstor Cortés.